Los jubilados protestaron ayer en dos frentes, y mantuvieron posturas opuestas con respecto al incremento del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE), para financiar el subsidio de las pensiones.

La Confederación Nacional de Jubilados y Pensionistas organizó una marcha desde el edificio Matriz a Carondelet.

Gerardo Ramos, secretario de la organización, expresó su respaldo al aumento del ICE.

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Gabriel Riera, líder de la asociación de jubilados Batalla de Tarqui, lideró una marcha que salió desde el edificio Zarzuela, tomado desde hace 30 días, hacia el Congreso. En el pleno del Parlamento, Riera manifestó su oposición al incremento del ICE porque afectaría a la economía y generaría más contrabando.

Anunció que la próxima medida de los jubilados en el edificio Zarzuela será desangrarse, si el Congreso y el Gobierno no dan solución a los pedidos de los pensionistas.

En el Congreso, trabajadores de la tabacalera Tanasa apoyaron al grupo de Riera en su rechazo al aumento del ICE.

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La segunda marcha nacional de jubilados está programada para mañana. El apoyo de los taxistas no se cumplió ayer.

Los jubilados que llegaron a la Presidencia se reunieron con el ministro de Gobierno, Raúl Baca.

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En la carpa instalada en la calle Nueve de Octubre, 20 personas mantenían ayer el ayuno. Patricio Espinoza, paramédico del Patronato del Consejo Provincial, indicó que la situación de los huelguistas es estable. El principal problema es que deben soportar temperaturas extremas: un excesivo calor en el día y frío de hasta cuatro grados en la noche, lo que ha provocado infecciones respiratorias.

El IESS no canceló ayer las pensiones, como lo esperaban los jubilados, debido a la toma de sus instalaciones en Quito y Guayaquil.

Cerca de las 21h45 Baca visitó a los 25 jubilados que mantienen la huelga de hambre en el edificio Zarzuela.

Dijo que su participación no es política, sino que constituye un acto de solidaridad personal porque él también pertenece a la clase jubilada. Pese a ello el jubilado Eloy Castellanos criticó en duros términos la presencia del funcionario.

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Baca exhortó a los medios de comunicación a permitirle compartir un momento con los jubilados, con quienes estuvo cerca de dos horas.

El ministro anunció que la decisión que tome el Congreso no será vetada por el Ejecutivo.