La conferencia del cubano-americano y editorialista del Miami Herald, Carlos Alberto Montaner, en el marco de la Semana de Bolívar, fue suspendida definitivamente ayer por las manifestaciones en contra del Comité de Solidaridad con Cuba.

Pese a los constantes gritos en contra, y los vivas para el régimen de Fidel Castro en Cuba y de Hugo Chávez, de Venezuela, Montaner, mantuvo un diálogo informal con los medios de comunicación y un grupo pequeño de alumnos y catedráticos.

El escritor de Yo también fui un perfecto idiota latinoamericano y Traficantes de la Miseria habló de que el problema de la gobernabilidad y democracia en los países de América Latina empieza por la mala elección de los gobernantes, fruto de la pobre educación de su población. Señaló que la apuesta por un cambio en las naciones del continente debería empezar por el mejoramiento de la educación infantil.

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A su lado, mientras hablaba, permaneció el parlamentario andino, Blasco Peñaherrera, quien se presentó como su amigo “desde hace mucho tiempo” y asintió cada palabra pronunciada.

Entre sus críticas, Montaner apuntó contra el radicalismo indígena, manifestado principalmente por el líder boliviano, Felipe Quishpe, y los militares en la política, “para que un militar (los presidentes de Venezuela y Ecuador) ingrese en la política tiene que olvidarse de la disciplina militar, si hay algo que no se parece es un cuartel y una casa democrática, que se basa en la libertad, además requiere que dejen de ser defensores sectarios de ese poder económico que servía para enriquecer a la cúpula militar”. Después de una hora no había ningún manifestante afuera.