Los usuarios protestan cada miércoles por el aumento de personas estafadas.

Desde hace cinco años el sector de La Pinta, entre Amazonas y Juan León Mera, al norte de Quito, es un sitio de concentración de decenas de personas. La razón es que en ese lugar está la Embajada de España, a la que acuden diariamente en busca de visas o para efectuar un trámite.

De lunes a viernes, la oficina diplomática atiende para ofrecer información de 08h30 a 10h00, mientras que las citas para legalizaciones y visados se obtienen solo por teléfono.

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Sin embargo, los números 223-6505 y 290-8104 (habilitados para este fin) están permanentemente ocupados, según reclamos de los interesados, quienes en su afán de realizar sus trámites aceptan las ofertas de los tramitadores.

Esthela Ñauta, de 69 años y abuela de una niña de 11, no sabe cómo tramitar la visa a su nieta para que pueda reencontrarse con su madre en Murcia. “No se preocupe señora, yo le ayudo con su nietecita”, le dijo un tramitador a Ñauta, cuando vio a la mujer desconsolada afuera de la embajada.

A lo largo de La Pinta, hombres y mujeres ofrecen asesoría para cualquier trámite, aunque no garantizan la legalidad de los documentos.

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Carmen Narváez, de 24 años, también buscaba ayuda. Ella quiere viajar como turista con su hermana “para después conseguir allá lo que sea”, pero una tramitadora le dijo que antes debe reunir los documentos que piden como requisitos, y comprar un formulario que venden en una papelería de la calle Juan León Mera a 39 centavos.

De esta manera, los tramitadores enganchan a sus clientes, a quienes por tramitar la cita en la embajada les cobran entre 80 y 100 dólares y el trámite para el visado 70 dólares, aunque el valor por la vía normal para visas de turismo es de 30 y 60 dólares, según el número de entradas; mientras que para visas de trabajo y de estudios es de 63,18 dólares.

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Según Patricio Carrillo, de la Asociación de migrantes Llactacaru, muchos de estos documentos son falsos. Esto, sumado al incremento de personas estafadas por los tramitadores motivan las protestas, que cada miércoles se realizan frente a la embajada.