La comisión bipartidista que investigó los atentados del 11 de septiembre del 2001 responsabiliza a funcionarios a federales y locales y a agencias de inteligencia de Estados Unidos por una larga serie de descuidos, en su informe final que será emitido el jueves.
Adelantándose al informe, el presidente George W. Bush dijo que hubiese "movido cielo y tierra" para evitarlos si lo hubiese sabido.
"Si hubiésemos tenido alguna idea de que los terroristas estaban a punto de atacar a nuestro país hubiésemos movido cielo y tierra para proteger a Norteamérica", dijo.
Se espera que el documento de 600 páginas, elaborado después de casi dos años de investigación, sea un llamado de atención a funcionarios, no sólo explicando las circunstancias que llevaron a los ataques terroristas, sino señalando la continua vulnerabilidad de Estados Unidos y haciendo un urgente pedido de reformas radicales.
El informe revelará numerosas fallas en la red de seguridad en Estados Unidos que le permitieron a la red fundamentalista islámica Al Qaida realizara con éxito los ataques que mataron a unas 3.000 personas en Nueva York, Washington y Pennsylvania.
El documento se limita a señalar que los ataques podrían haber sido evitados, sin embargo enumera una serie de oportunidades perdidas para impedirlas, de acuerdo con informes de prensa.
Miembros del panel de 10 congresistas, integrado por cinco demócratas y cinco republicanos, llegaron a sus conclusiones por unanimidad tras varios meses de discusiones.
"Espero que lo que vamos a obtener de esta unanimidad (...) sea un sentido de urgencia", dijo el representante Bob Menendez.
"Pienso hasta cierto punto que hemos perdido ese sentido de urgencia. Y pienso que el reporte va a ser un catalizador de eso", dijo Menendez en rueda de prensa.
La comisión encontró que la administración del presidente George W. Bush y la de su predecesor Bill Clinton no tomaron en cuenta adecuadamente la amenaza planteada or Al Qaida.
Se espera que el informe ofrezca detalles de las primeras conclusiones según las cuales no hubo una relación de colaboración entre la red de Osama bin Laden y el derrocado ex presidente de Irak, Saddam Hussein.
Esa conclusión causó una situación políticamente embarazosa al gobierno de Bush, que se apoyó contra viento y marea en ese argumento para justificar la guerra contra Bagdad, alegando una relación entre Hussein y Al Qaida que no existía.
La comisión, de acuerdo con los reportes de prensa, también plantearía la creación de un cargo en el Ejecutivo que coordinará las operaciones de recolección de información de inteligencia dirigidas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la policía federal (FBI), el Consejo Nacional de Seguridad, el Pentágono y otras agencias del gobierno de Estados Unidos.
La nueva legislación podría separar las funciones del director de inteligencia nacional de las del director de la CIA, que actualmente son realizadas por la misma persona.
Para lograr sus conclusiones, los comisionados entrevistaron a miles de testigos, incluyendo a Bush y al vicepresidente Cheney y a sus respectivos antecesores, Clinton y Al Gore.
Los legisladores evaluaron este miércoles las implicaciones políticas del documento, que será divulgado menos de cuatro meses antes de la elección presidencial.
"El trabajo más duro de la comisión en las próximas 72 horas es mantener su atención sobre lo que trata el documento, más que (...) buscar una frase aquí o allá para hacerlo totalmente político", dijo el representante republicano Roy Blunt a la cadena CNN.