El libro El discreto encanto de lo cotidiano, de la escritora y periodista Aminta Buenaño, se presentó en el antiguo Mercado Sur el pasado viernes. Un numeroso público copó el lugar, donde la concejala Marcia Gilbert de Babra comentó la obra, editada por el Grupo Editorial Norma y que condensa años de palabras editoriales publicadas en la columna semanal que Buenaño mantiene en Diario EL UNIVERSO.

La aparente linealidad del acto se alteró en el momento en que dos personas del público se pusieron de pie y plantearon sus puntos de vista contrapuestos, con respecto a la validez del uso del lenguaje literario para hacer periodismo.

Según manifestó uno de estos dos asistentes, el periodismo debería ser lo más literario posible, porque eso le da calidez al ejercicio cotidiano de informar y orientar. Mientras que la otra persona discrepó, diciendo que, por el contrario, eso no es periodismo, porque este debería ser claro, conciso y sin más vuelo que el que dan los propios hechos.

La escritora dio por terminada la discusión al tomar la palabra y expresar que ambas posiciones son interesantes, porque es una vieja discusión que continuamente se retroalimenta de sus propias reflexiones. Buenaño  recordó que el periodismo ha sido y es la cantera de mayor riqueza para la creación literaria, y que buenos ejemplos de eso son los premios Nobel de Literatura Gabriel García Márquez y Ernest Hemingway, así como Mario Vargas Llosa y algunos otros célebres escritores que han encontrado en la expresión periodística los recursos para sus obras de ficción. Concluyó que uno y otro no se contraponen, son vías que van juntas y que su entrelazamiento deriva en textos de calidad, que llegan a la gente en mejor forma.

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Buenaño comentó que tocó varias puertas de editoriales para proponer su libro, pero que con frecuencia la respuesta era que consideraban poco atractivo este tipo de trabajos, porque el público no se interesa ni por los cuentos ni por las novelas, peor se iba a fijar en un libro de editoriales. Sin embargo, dijo, encontró apertura en editorial Norma, cuyos directivos le sugirieron que seleccionase los editoriales con mayor contenido literario, para ofrecerlo en una modalidad distinta. Así surgió El discreto encanto de lo cotidiano, en el que la autora hilvana un texto con otro a través del diálogo de una tía con su sobrina.

Luego de la intervención de Buenaño, la cantante Astrid Achi ofreció dos  temas: A mis amigos y Sueño imposible.