Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) afirmaron que no es posible negociar una salida política al conflicto interno con el gobierno del presidente Álvaro Uribe y descartaron de plano su derrota militar. 

La organización insurgente llamó al Plan Patriota el  “embate guerrerista de los gobiernos de Washington y Bogotá”, en la que el Ejército “ha sufrido unas mil bajas, entre muertos, heridos y mutilados”.