Alrededor de 26.150 menores del Guayas no tienen acceso a la educación de primero básico.

La pequeña Nicole Leones, de 6 años, intenta escribir la palabra mamá; se toma alrededor de un minuto para hacerlo y con unos rasgos sinuosos la termina de escribir debido a la mala posición de sus dedos al coger el lápiz.

Ella cursa el segundo año  de educación básica en la escuela fiscal Domingo Norero Bozo, en la cooperativa Libertad, en el Guasmo, y como  otros diez del total de 18 compañeros de clase fue inscrita en su escuela sin haber cursado  el 1º año, equivalente a preparatoria.

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Maryuri Morales, madre de Nicole, expresó que no tuvo el dinero suficiente para que su pequeña ingresara al primer año básico. “Me hubiera gustado inscribirla porque sé que es muy importante”, dijo.

Carmen Jiménez no inscribió a su hija Sharon Cruz, en ese nivel y ahora la niña, que está en la misma escuela, tiene problemas de lectura y no reconoce bien los números. Ella lo atribuye a que en el sector donde reside no hay escuelas con primer año de básica.

Fanny Morán, profesora del segundo año de básica de esta institución, indicó que por las falencias que traen consigo aquellos alumnos que no pasaron por el primer año, ella trata de  nivelarlos con clases para que aprendan a desarrollar las habilidades.

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El método no es eficiente, ya que los  pequeños no reciben todos los conocimientos que  corresponde, asegura Morán.

Laura García, directora de la escuela fiscal Pedro Carbo, explicó que es importante esta primera educación para desarrollar las destrezas motrices y que el menor se involucre en la sociedad. “Es la edad del juego, donde se integran y adquieren habilidades”, sostuvo.

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Milton Luna Tamayo, director ejecutivo de Contrato Social por la Educación, manifestó que según un estudio del 2001, realizado por el Sistema Informativo del Ministerio de Educación (Sinec), alrededor de 97.132 niños de 5 años de edad del Ecuador, no tienen acceso al primer año de básica, de los cuales 26.150 pertenecen al Guayas.

Luna estima que en los últimos años la cantidad de niños que no acceden a ese nivel ha  aumentado debido a que el Estado no asigna presupuesto para implementarlo en todas las escuelas.

Según Contrato Social por la Educación, el primer año de básica es fundamental para la transición entre el mundo de los conocimientos no formales (familia y comunidad) a los formales (escuela).

Además, es el año especial para afianzar los procesos básicos del desarrollo del pensamiento y se sientan las bases pedagógicas de los conocimientos.

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Para conseguirlo, explica Luna, se requieren maestros capacitados para enseñar ese nivel e implementación de aulas adecuadas en las escuelas.