Las declaraciones que efectuó la ministra de Turismo, Gladys Eljuri, el jueves pasado, en un foro realizado en Barcelona (España), provocaron ayer diversas críticas.

Según la nota que difundió la agencia de noticias Efe, Eljuri, dijo que “no ha sido necesaria la emigración (de los ecuatorianos)” porque el país “ha dado grandes oportunidades para trabajar”; aquellos que salen, sostuvo, es porque ven “la oportunidad de hacer un dinero más rápido”.

“No veo una razón a la emigración porque en Ecuador hay pobreza pero no hay miseria y nadie se muere de hambre”, sostuvo la Secretaria de Estado.

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Alberto Acosta, investigador del Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales (Ildis), sostuvo ayer que es necesario recordarle a la Ministra que entre los años 1995 y 2000, como resultado de desastres naturales y malos manejos de política económica, la pobreza pasó de 3,9 millones a 9,1 millones de personas y la indigencia pasó de 2,1 millones a 4,5 millones.

En 1995, recordó el analista, el 20% más rico de la población tenía el 52% del ingreso nacional, en el 2002 ese porcentaje se elevó al 61%.

La funcionaria no debe olvidar, añadió Acosta, que hubo un cierre bancario y un congelamiento de depósitos.

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“Hay que invitar a la Ministra a que conozca un Ecuador real y no trate de vender un Ecuador de postales”, resaltó.

Mesías Tatamuez, presidente de la Confederación de Organizaciones Clasistas y Unitarias, comentó que Eljuri se olvida que nació en Cuenca, una de las zonas con más emigración en el país.

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Esta situación es resultado, dijo, de una necesidad real de la población porque “no hay trabajo”.

Las causas de la emigración, según un estudio realizado en el 2003 por nueve organizaciones no gubernamentales de Ecuador y España, concluye que los ecuatorianos salieron del país por la quiebra de empresas, destrucción de empleos, pérdida de poder adquisitivo, pésimas condiciones de trabajo, caída de inversiones sociales, deterioro de servicios públicos, inestabilidad política y creciente inseguridad.