Para los ecuatorianos amantes del fútbol nos resulta incuestionable reconocer los excelentes servicios profesionales de Hernán Darío Gómez (Bolillo) en sus funciones de director técnico de nuestra Selección de mayores.

La histórica primera clasificación del Ecuador a un Mundial, al de Corea-Japón 2002, nos produjo satisfacciones a una fanaticada acostumbrada a frecuentes fracasos deportivos.

El “Sí se puede” entró en vigencia en todos los órdenes de la vida de los ecuatorianos, con excepción de los niveles políticos y de gobierno que se esfuerzan en los beneficios personales, postergando las aspiraciones populares.

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Después del triunfo de Ecuador sobre Croacia, el 13 de diciembre del 2002 en Yokohama, Japón, día en que fuimos eliminados de la gran compendia mundialista, la continuación del Bolillo era recomendable para insertar a las nuevas generaciones de futbolistas en el esquema triunfador de Gómez. Algo se ha hecho en ese sentido, pero no lo suficiente, pues permanecen en la Selección jugadores que debieron salir, siendo notoria la exclusión de otros, y resulta criticable que a la hora de integrar el combinado nacional prevalezcan consideraciones ajenas a lo deportivo y profesional.

Así las cosas, estamos inmersos en las eliminatorias para el Mundial Alemania 2006 (sería casi un milagro) con mayores dificultades competitivas, con rivales que han demostrado  gran superación. En la Copa América 2004 Ecuador recibió una “paliza”, lo que significa un grave retroceso en el camino alcanzado y hace trizas la motivación de los jugadores, cuerpo técnico y directivos, frente al futuro. ¿Los problemas judiciales habrán incidido? ¿La gran familia debería desintegrarse? ¿El ciclo de Bolillo y compañía está deteriorado? No lo sabemos, pero se avizoran inquietantes tempestades en nuestro fútbol de no adoptarse correctivos.

Andrés García Yépez
Guayaquil

La reciente participación de la Selección ecuatoriana de fútbol en la Copa América ha dejado mucho que decir.

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Parecería que Ecuador ha regresado 20 años futbolísticamente cuando todos los demás países le ganaban.

¡Qué derrotas vergonzosas!

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¿Qué es lo que espera la Federación de Fútbol para actuar ahora?
¿Acaso a no clasificar para el Mundial 2006 para ahí, ya tarde, lamentarse? Al rumbo que vamos, todos sabemos cuál será el resultado.

Ing. George Terreros
Nueva Jersey, EE.UU.

El fútbol es el deporte que apasiona a la mayoría de los habitantes de este planeta, y gracias a la magia de la televisión podemos ver jugar en directo a las más famosas estrellas y equipos del mundo.
Es decir, desde hace ya algunos años no nos perdemos el fútbol de élite.

Vimos la Eurocopa y la Copa América. Es curioso la distinta manera de pensar entre el europeo y el sudamericano.

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Mientras para la Eurocopa las selecciones utilizaron a las más famosas estrellas de cada país, pese a estar jugándose otros eventos, campeonatos locales, internacionales, Copa Uefa, Champions League, y además estar en plena eliminatoria para el Mundial de Alemania 2006, en Sudamérica no estuvieron presentes todos los titulares y jugaron con equipos alternos ya que dan prioridad a las eliminatorias.

¿Será acaso que los jugadores europeos son más fuertes o tal vez más profesionales? ¿O es cuestión de los dirigentes?

Xavier Vallejo Iturralde
Guayaquil

Yo no me declaro una aficionada al fútbol y más ahora que estoy acá en España donde esta disciplina es todo un proceso económico y social.

Gracias a las telecomunicaciones, muchos emigrantes ecuatorianos hemos podido observar la Copa América, y qué orgullo fue, primero, ver a nuestro seleccionado.

No cuestiono la labor que hace el Bolillo Gómez, porque creo que los resultados no dependen solo del director técnico, sino de algunos jugadores que no se entregan en la cancha a la hora de jugar.

Luego al ver cómo nos “aplastaron” con tan marcadas diferencias, yo no sabía qué hacer ni decir por la vergüenza, tristeza, que me invadió en esos momentos.

Creo una vez más que a mi Ecuador le falta mucho por ser mejor, por solucionar sus problemas, por salir adelante; esos han sido solo partidos de fútbol, pero con dicho motivo me ha invadido preocupación de cómo está el país.

Viviana Valdivia M. de Verdejo
Almería, España

¿Por qué criticar a nuestros jugadores si por lo visto en tantos años de participación internacional siempre debemos lamentarnos, pues son pocas las actuaciones decorosas que hemos tenido?
¿Es cuestión de suerte o del destino? Nadie lo sabe.

Creo que lo que sí debemos criticar es el sistema en el cual crecemos y que nos enseña solamente a competir.

Es tiempo ya de que a nuestros deportistas en  general se los dote no solo del entrenamiento físico necesario para “competir”, sino de un buen trabajo psicológico que les dé a entender que son personas iguales a cualquier otras, con las mismas potencias y condiciones que un argentino, brasileño...

Hay que darles a nuestros deportistas una identidad, autoestima que los llene de confianza para que puedan enfrentarse de igual a igual ante cualquiera.

Esta mediocridad no solo hay a nivel deportivo, se la observa en otros niveles en nuestro país.

Una tristeza más, una lágrima más, pero sigo siendo ecuatoriano de alma, vida y corazón.

Harry Salazar
Estados Unidos

¿Acaso hay trinca en nuestra Selección Nacional de Fútbol?
¿Cómo es posible que se haya permitido que a la cancha no vayan los mejores jugadores? ¿Hasta cuándo van a ser convocados jugadores como Chalá, Ibarra y Ordóñez que siguen haciéndonos quedar tan mal?

¿Por qué los periodistas no le preguntan a Bolillo Gómez las razones por las cuales convoca a esos jugadores, si todos sabemos que hay otros mejores como el arquero Lanza, Ventarrón Quiñónez, Nine Kaviedes y muchos más?

Marcos Alfredo Mejía García
Guayaquil