La declaratoria de Alausí como patrimonio cultural del Ecuador por sus características arquitectónicas debe llevarnos a reflexionar sobre las construcciones y el turismo.

Es bien conocido el concepto “falto de gracia” con que ciertas guías señalan a los lugares sin presencia estética o personalidad propia.

Hacía años que no viajaba a Ibarra, y con estupor encontré que las tradicionales y hermosas casas campesinas que rodeaban al lago San Pablo han desaparecido y en su lugar se levantan edificios de concreto. La imagen de la laguna y sus alrededores se ha deteriorado, e imagino que cada día que pase se derribarán más las casas “viejas” y construirán más esos “progresistas” edificios hasta que la zona parezca uno de los barrios periférico de Quito, pero con laguna.

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Se dirá que hay necesidades habitacionales, pero no es cuestión de espacio, ni de recursos, pues con los mismos medios que se edifican esos esperpentos se puede levantar una casa grande o hasta el mismo edificio, pero acorde con el entorno. Es la estética que ninguna autoridad considera.

Las municipalidades deben crear normativas para la construcción en el campo.

Juan Pablo Pólit
Quito