El presidente de la Confederación Nacional de Jubilados, Gerardo Ramos, dijo este viernes que está de acuerdo con que se financie el aumento de pensiones a este gremio con el aumento en el Impuesto a Consumos Especiales (ICE),
tal como se expresa en un proyecto de ley que el Ejecutivo enviará este día al Congreso.

Según Ramos el tributo no grava directamente a las clases sociales menos favorecidas, sino a quienes consumen artículos importados, como cigarrillos y licores de marca.

“Que el que más gana que tenga menos incremento, y al que recibe menos que tenga un alza mayor, esa es la propuesta”, dijo el dirigente quien explicó que el alza de las pensiones depende de las escalas en que el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) ha clasificado a los jubilados.

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Explicó que hay afiliados que se jubilaron con 30 o 40 años de aportación , pero que también existen personas que lo habían hecho con apenas 6 años de aportación. El dirigente también explicó que el IESS diferencia en escalas a quienes entregaban una mensualidad menor al organismo, como las empleadas domésticas, de quienes destinaban una mayor cantidad al instituto, que es la categoría en la que están los trabajadores.  

Ramos dijo que adicional al 26% que fue incrementado por el Consejo Directivo del IESS este 22 de junio con pago retroactivo desde enero, el gremio espera que el Gobierno les aumente el 27% restante a fin de completar el 53% del aumento a sus pensiones, que sería aplicado al monto que cada jubilado recibe dependiendo de su escala.

El dirigente gremial justificó la huelga de hambre de al menos 37 jubilados en el país y manifestó que la situación se agravó en junio cuando al cabo de 6 meses de comunicados el Consejo del seguro no escuchó en sus pedidos para aumentar sus pensiones.