De acuerdo con la Ley de Régimen Tributario Interno son deducibles las provisiones para pensiones jubilares, actuarialmente formuladas por empresas especializadas o profesionales en la materia, siempre que se refieran a personal que haya cumplido por lo menos 10 años consecutivos en la misma entidad.

Esos estudios difieren de la jubilación a cargo de empleadores, según lo establece el Código del Trabajo. Los estudios actuariales realizados por estas empresas especializadas cuando estábamos en sucre, eran sumas millonarias y ahora con la dolarización son miles de dólares los que deberían recibir los trabajadores, pero nunca se los han dado.

Sin embargo, ciertas empresas se benefician al cargar a gastos, provisiones excesivas disminuyendo las utilidades y por ende, el 15% de participación de trabajadores y el impuesto a la renta, al mantener en una cuenta por pagar por pensiones jubilares, que nunca se la dan al trabajador en el momento de su jubilación.

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De igual forma, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) no quiere dar a conocer los estudios actuariales, porque sabe que en estos va a beneficiar a los jubilados en cantidad mayor a la que actualmente están recibiendo; los que debieron determinarse por escala, de modo responsable, sobre las remuneraciones básicas unificadas mínimas, de ingresos mínimos mensuales para trabajadores en general, y solo quienes no han estado sectorizados deberán percibir $ 135.

Quienes han percibido sueldos mayores al salario mínimo durante los últimos cinco años, el monto por recibir como máximo es hasta $ 900 más, aunque los estudios actuariales digan lo contrario.

La ley actual determina que el Estado (el pueblo) debe asumir el 40% la elevación de pensiones, eso se debe a que el IESS se ha manejado políticamente.
Si se lo hubiera dirigido correctamente de manera autónoma, técnica, y el Estado estuviera al día en sus pagos al Seguro, en estos momentos el pueblo no asumiría ningún valor por aumento de pensiones jubilares.

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Ing. Carlos J. Govea M.
Guayaquil

Cada vez que suceden estallidos sociales más o menos coordinados, redescubrimos problemas que se encontraban latentes, pero ajenos a la visión de la opinión pública.

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Así fue con el levantamiento indígena hace diez años; algo menos, con las paralizaciones de los sectores de salud y educación, y ahora con los jubilados. Estas situaciones indignantes no son producto de una sola causa, de un solo gobierno, ni de poco tiempo, son problemas profundamente estructurales.

El asunto del IESS refleja lo caduco del actual sistema de seguridad social que no puede siquiera cubrir de manera digna las necesidades de sus afiliados. Los causantes de este latrocinio han ocupado ministerios, curules, directorios y empresas, líderes sindicales y tienen nombres y apellidos.

Dr. Héctor Zambrano Manrique
Guayaquil

La clase política nefasta –con excepciones– nos tiene cansados al ver que temas de trascendental importancia como el caso de nuestros jubilados, son pisoteados.

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Los responsables de determinar las pensiones de los jubilados deben proceder con hombría, pensando que hay que trabajar para Dios y para el ser humano.

No es posible que se realice el presupuesto del Estado con un precio de $ 18 el barril del petróleo, cuando en realidad está a más del doble, entonces, ¿dónde está el excedente? ¿Por qué se polemiza y no aprueba la Presidencia de la República una pensión digna para estos héroes del país?

Señores responsables de esta situación, están a tiempo, hagan país, ganen una justa jubilación.

Ing. Agr. Ángel Fienco Yépez
Tres Postes