EE.UU. se enfrenta a la amenaza terrorista más grave desde el 11 de septiembre del 2001, anunció John McLaughlin, director encargado de la CIA (Agencia Central de Inteligencia).

McLaughlin agregó que el mayor peligro se cierne sobre el proceso para las elecciones del próximo 2 de noviembre y explicó que una amenaza similar existía en los meses anteriores a los atentados del 11-S contra Washington, Nueva York y Pensilvania, que cobraron la vida de unas 3.000 personas.

“Tenemos la misma convicción ahora. Y si digo que es grave es porque la información que hemos visto es muy sólida. Tenemos pocas dudas de su calidad y de sus fuentes. El país debe estar en guardia”, añadió.

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Pocas horas antes, el presidente del Comité de Inteligencia del Senado, Pat Roberts, señaló que el tráfico de conversaciones infiltradas entre presuntos terroristas es el mayor desde el 11-S.

Aunque McLaughlin reiteró que hasta el momento no hay información específica sobre el lugar, la forma o el momento del ataque terrorista, el secretario de Seguridad Nacional, Tom Ridge, indicó la semana pasada que la amenaza principal se cierne sobre el proceso político electoral que vive EE.UU. y acusó a la red Al Qaeda.

En La Haya, el ministro holandés del Interior, Johan Remkes, dijo que una carta con amenazas a instituciones europeas en Bruselas y La Haya, firmada por Al Qaeda, llegó a la sede de Naciones Unidas en Nueva York.