El whisky es un símbolo de elegancia, sofisticación y lujo, creado para alegrar el paladar de los más exigentes, como Marcy Rudershausen, la única hispana que alcanzó el título de Master of Scotch (maestra del escocés).

Nacida en Florida de padres bolivianos, Rudershausen conoció el gusto por el escocés desde pequeña, cuando recuerda, su abuelo le daba el biberón de leche con unas gotas de este licor para alcanzar el sueño.

Rudershausen, portavoz de la destilería Johnie Walker, dedica su pasión, vocación, vicio y fortuna, la del whisky, a educar a asiduos bebedores de este licor a conocer y entender su naturaleza.

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Más que beber, por un tubo y siete llaves el codiciado brebaje, su título representa un conocimiento extenso de los componentes y el proceso de creación de una obra líquida. “Somos un grupo de embajadores especializados con pasión por el producto, por Escocia y todo lo que tenga que ver con los escoceses”, dijo Rudershausen.