El juez 9º de lo Penal, Aquiles Dávila, ordenó ayer la prisión preventiva en contra del suizo Marco Alliano Sterki y del libanés George Michael Abou Chaaya Hanna, acusados de intimidar y extorsionar, con la ayuda de sicarios a una ejecutiva guayaquileña y su familia, cuyas identidades se reservan por seguridad.

El expediente iniciado por el fiscal Carlos Pérez Asencio refiere que el delito se originó luego de que el suizo Heinz Strehler, contratado en el año 2001 por la compañía Pipe Rehab Technologies Miami Inc., abandonara su trabajo de director de un proyecto de alcantarillado que debía cumplir con la empresa Ecapag, para dedicarse a supuestas actividades ilícitas.

Strehler, según otra denuncia, robó a una persona y al conocer que había boleta de detención en su contra, huyó, consta en la instrucción fiscal. Agrega que en enero del 2003, Heinz Strehler regresó y empezaron las intimidaciones contra la ejecutiva.

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La afectada afirmó que Strehler y su esposa (no identificada) empezaron a exigirle 300 mil dólares como pago de una presunta deuda que la compañía Pipe Rehab Technologies Miami Inc., mantenía con él.

Cuando llegó al país, el suizo Marco Alliano Sterki, amigo de Strehler, según la denuncia, empezaron las amenazas de muerte.

La Policía inició la indagación previa. El libanés Georges Michael Abou Chaaya Hanna, de 33 años, fue aprehendido y declaró haber sido contratado por Alliano Sterki para matar a un hombre y un niño, y secuestrar a una mujer. A esta última debía obligarla a que pague una alta suma de dinero, confesó.

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El libanés declaró que su contratante le dio una carpeta con los nombres y números telefónicos de quienes debía asesinar, y otra con fotografías. La mujer que tenía que secuestrar vivía en Los Ceibos y luego en un condominio en Durán.
Chaaya Hanna contrató cuatro sicarios, reveló la Policía.

Tras estas investigaciones el fiscal Pérez Asencio solicitó la prisión. El suizo Heinz Strehler, supuesto mentalizador del delito, sigue prófugo.