El jefe de la agencia para refugiados palestinos de la Organización de las Naciones Unidas, Peter Hansen, acusó ayer a soldados israelíes de disparar intencionalmente contra su convoy en la Franja de Gaza, mientras continuaba la polémica por el informe de otro funcionario de la ONU, contra Yasser Arafat.

Hansen dijo que iba a inspeccionar una huerta de cítricos arrasada por un bulldozer israelí en la ciudad de Beit Hanoun cuando los soldados dispararon. Fuentes israelíes indicaron que el ataque estaba dirigido a un palestino que disparó contra los militares. No hubo heridos.

La balacera se produjo días después de que testigos dijeran que fuerzas israelíes dispararon a un convoy del Comité Internacional de la Cruz Roja en la misma población.

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Nabil Abu Rudeina, principal consejero del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) Yasser Arafat, rechazó las críticas del enviado especial de la ONU al Medio Oriente, Terje Roed-Larsen, contra el líder palestino.

Además se le prohibió a Roed-Larsen la entrada a los territorios ocupados y se exigió al secretario general de la ONU, Kofi Annan, examinar su conducta.

El funcionario criticó la falta de autoridad de la ANP y dijo que Arafat no apoya los esfuerzos para la pacificación. En su informe no mencionó a Israel.

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Ayer se conoció un plan de contingencia del gobierno israelí para impedir que los palestinos entierren a Yasser Arafat en Jerusalén cuando este muera.

Además señala que el presidente palestino, de 74 años de edad, podría fallecer de causas naturales “o por alguna acción militar israelí”.

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Funcionarios israelíes desmintieron de inmediato que se tratara de un plan para asesinar a Arafat.