Con un mate en mano llegó aproximadamente a las 10h00 de ayer al hotel El Ángolo, sitio de concentración de la selección de Ecuador. Jorge Fossati, técnico de Uruguay y ex DT de Liga de Quito, visitó a los seleccionados tricolores horas antes de jugar el tercer partido y de despedida del grupo B de la Copa América, ante México, en el estadio Miguel Grau, de Piura.

Su imponente estampa y voz ronca se escuchó en la sala de visita del hotel piurano, Fossati estuvo acompañado del asistente técnico Eduardo Del Capellán y del preparador físico Alejandro Valenzuela.

Los primeros en abandonar sus habitaciones para saludarlo fueron sus ex pupilos de Liga, Paúl Ambrossi, Jacinto Espinoza y Néicer Reasco.

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Los abrazos fueron fuertes, con mucha emotividad. Se unieron al saludo Franklin Salas, Geovanny Espinoza, Alfonso Obregón y, por último, el técnico colombiano Hernán Darío Gómez, a quien tres días antes le había ganado el duelo en la segunda jornada del torneo continental.

Cómodamente sentado, cruzó sus piernas y se dedicó a ser el centro de atracción de la tertulia entre ecuatorianos y uruguayos. Las miradas estuvieron centradas en las palabras con filosofía de Fossati.

“No me vengan a hablar de sistemas tácticos cuando Saviola (Javier, jugador argentino), en una baldosa sacó a los defensas ecuatorianos y la metió (recordó el segundo gol de Argentina ante Ecuador), eso es de otro mundo”, justificó Fossati en conversación con Bolillo Gómez.

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La charla fue amena y de cierta “ayuda” para el estratega colombiano de la Tricolor por los consejos que le dio Fossati, siete horas antes del encuentro contra los mexicanos, con quienes los uruguayos igualaron a 2 en la apertura del grupo B.

“No van a poder con ustedes, se los aseguro. El jugador de cuidado ya lo conocen, ¿no? Cabrito (Jesús) Arellano, es muy rápido”, dijo Fossati, mientras bebía un sorbo de mate (agua de hierbas).

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El uruguayo obsequió camisetas de su selección a su ex dirigido Ambrossi, y al entrenador de la Tricolor, Hernán Gómez... Se mostró contento, bromeó con Salas, aconsejó al Chinto Espinoza y con Bolillo se adelantó a analizar sobre el próximo juego de eliminatorias con Uruguay, en Montevideo en septiembre.

“El partido ante Uruguay no nos dará la clasificación al Mundial, así que podemos darle los tres puntos”, dijo Gómez acompañado de una carcajada, mientras Fossati aseguró que “un empate entre las dos selecciones estaría bien”.

Nuevamente los abrazos, la hora de despedirse había llegado. Fossati deseó suerte a los jugadores ecuatorianos, en su último juego ante México y en su regreso al país, mientras él con sus jugadores esperarían definir ante Argentina su clasificación a la siguiente ronda de la copa, a la que llegaron sin ser favoritos, en contraste con la Tricolor que hoy retorna con pena y goles.

PIURANOS

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EN EL ESTADIO
Aproximadamente 1.000 aficionados de Piura esperaban desde las 11h00 de ayer que se abrieran las puertas de ingreso para los sectores de populares norte y sur, del estadio Miguel Grau. El escenario deportivo aún mostró en parte de su fachada que los trabajos de acabado no habían sido entregados a tiempo. Paredes sin enlucir, veredas sin pavimentar, y las computadoras que servirán para el envío de información de los medios de comunicación en la sala de prensa recién fueron colocadas la mañana y tarde de ayer.

DE REGRESO
La selección ecuatoriana retorna   hoy al país en vuelo charteado que sale   a las 13h30, del aeropuerto de Piura. La aeronave arribará a Guayaquil a las 15h15.

CORREOS
Ayer, los seleccionados se dedicaron por la mañana a revisar sus correos personales por Internet y a llamar a sus familiares en Ecuador.