Miles de peruanos acataban este miércoles un paro nacional, el primero en cinco años, que arrancó con petardos, bloqueo de vías, 52 detenidos y varios heridos, como un ultimátum al impopular presidente Alejandro Toledo para que cambie su política económica o renuncie.
 
La huelga de un día empezó con una secuela de petardos que el mayor grupo opositor a Toledo, el partido Aprista, admitió haber lanzado inaugurando la protesta, en la que los manifestantes portaban grotescos muñecos del presidente que amenazaron quemar.
 
" Fuera Toledo!", reseñaba uno de los cartelones que unos mil manifestantes portaban en un mitin repleto de banderas de Perú que concentró, en una plaza cercana a Palacio de Gobierno, el mayor gremio de trabajadores local, organizador del paro.
 
Según CPN radio, había al menos seis heridos sólo en una zona pobre de Lima, entre ellos una bebé de un año que sufrió los efectos de las bombas lacrimógenas lanzadas por la policía cuando los manifestantes bloqueaban una carretera, y un efectivo a quien le cayó una pedrada en la cabeza.
 
Las autoridades no detallaron la cifra de heridos y aunque la violencia registrada por la mañana empezaba a ceder por la tarde, radioemisoras locales reportaron que se vio flameando en una calle de la ciudad andina de Huancayo una bandera roja con la hoz y el martillo, del grupo rebelde Sendero Luminoso.
 
Imágenes de televisión mostraron masas humanas marchando pacíficamente por las principales avenidas de la capital, mientras en los Andes, campesinos aymaras bloquearon la vía en la frontera con Bolivia, cerca del pueblo donde en abril iracundos habitantes lincharon a su alcalde.
 
En los departamentos de los Andes sureños de Ayacucho, Apurímac, Arequipa, Cuzco y el de la sierra central de Ancash los mercados, colegios, hospitales y municipios permanecieron cerrados y con los caminos repletos de rocas y neumáticos. El mismo escenario se mostró en la zona selvática de Iquitos.
 
"Es un paro contundente, aunque el primer ministro ha dicho que es un día normal, esa es la política de oídos sordos que el país repudia y que si el gobierno se sigue engañando solo, solito se hundirá", dijo Mario Huamán, presidente de la Central General de Trabajadores de Perú, organizador del paro.
 
"Más del 85 por ciento de la población pide la salida de Toledo, no lo pido yo. Toledo se está ganando que, en un balance tras el paro, podamos incluir la petición de la mayoría de peruanos: la voz del pueblo es la voz de Dios", añadió.
 
Según un sondeo reciente, Toledo tiene 5,2 por ciento de popularidad porque la mayoría no siente que cumple sus promesas de reducir la pobreza que afecta a más de la mitad de los 28 millones de peruanos, ni ha creado más empleos. Los escándalos de corrupción en su entorno han aumentado el descontento.   
 
" Arrepiéntete Toledo!"
 
El primer ministro, Carlos Ferrero, admitió que el paro -que se produce justo en momentos cuando Perú es sede la Copa América de fútbol- tuvo éxito en los departamentos costeños de La Libertad y en los andinos de Puno (zona aymara) y Huánuco.
 
El ministro del Interior, Javier Reátegui, dijo que para este paro dispuso a los 93.000 policías de Perú en alerta, y pidió apoyo a 600 militares para que resguarden hospitales y las estaciones eléctricas. Los helicópteros sobrevuelan Lima.
 
Entre tanto, Toledo se reunía con el líder de un partido aliado, mientras policías ensamblaban rejas en las calles cercando varios perímetros alrededor de Palacio de Gobierno y del Congreso, impidiendo el tránsito, según RPP radio.
 
"El partido Aprista es el que promueve el desorden y la interrupción del tránsito", dijo Ferrero, en conferencia de prensa, acusando al grupo de quemar neumáticos en las vías.
 
El expresidente Alan García, líder del partido Aprista, admitió que su grupo quemó dos neumáticos frente a su local pero rechazó "mayores actos de violencia (...) Millones de peruanos han decretado decir basta al gobierno de Toledo", destacó.
 
Desde que empezó su gestión en julio del 2001, Toledo enfrenta protestas y ha declarado el estado de emergencia varias veces.
 
El más reciente paro se produjo a inicios de julio en la ciudad andina de Ayacucho, cuando maestros huelguistas se enfrentaron con la policía dejando decenas de heridos, inmuebles saqueados y hasta un edificio público incendiado.
 
"Arrepiéntete Toledo!, estás matando a tu pueblo de hambre, se hombre y renuncia!", gritó Walter Chunga, mientras protestaba en una calle de Ayacucho.