Un caso de identidad compartida entre dos personas mantiene alarmada a la comunidad cotopaxense. El Registro Civil de esa provincia no ofrece explicaciones y tampoco soluciones.

Sucede que en los archivos del Registro Civil existe una sola Rosario Molina, con cédula número 050048425. Sin embargo, en la realidad, son dos personas totalmente distintas que comparten no solo el mismo nombre, sino la fecha de nacimiento (febrero de 1942), el mismo nombre de los padres y el número de cédula de identidad.

La una Rosario Molina es de Pujilí y vive con su esposo José Tipanluisa; es analfabeta, se crió con su madre y no conoció a su padre.

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La otra Rosario Molina reside durante toda su vida en la parroquia Belisario Quevedo, de Latacunga, pero ella sí vivió con sus dos padres y hace algún tiempo enviudó.

La pobreza las llevó a las dos a aplicar al Bono de Desarrollo Humano y fue justamente ahí cuando surgió el problema, cuando se conocieron. Desde hace un año, las dos Rosario tenían problemas para cobrar los 15 dólares mensuales del bono porque ya habían sido cancelados. Un día, a la Rosario de Pujilí la sacó del banco un guardia, casi a empujones, diciéndole que quiere “pasarse de viva”.

El lunes de la semana pasada se dio el encuentro. Las dos mujeres estaban juntas en la fila, desde las 03h00, y al llegar a la ventanilla, las cajeras detectaron que ellas portaban la misma cédula. Pensaron de todo, hasta que podían ser hermanas que nunca se conocieron, pero al final comprobaron que era un error del Registro Civil.

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El jefe de cedulación, Otto Bonilla, señaló que el caso puede darse porque en años anteriores no contaban con soportes digitales que les permitieran, como ahora, contar con una red de los datos. Bonilla ofreció ayudarlas a regularizar sus identidades, pero hasta ayer las mujeres seguían en espera.