A pesar de la prohibición de movilizar ganado en todo el país, para evitar la propagación de los brotes de fiebre aftosa detectados en tres provincias, en el Camal Municipal de Guayaquil las actividades de  faenamiento de reses se cumplieron ayer  con normalidad.

La medida, que incluye el control en las  carreteras con apoyo de la Policía y el Ejército, la dispuso el pasado viernes y por un lapso de ocho días, el Ministerio de Agricultura, la Comisión Nacional para la Erradicación de la Fiebre Aftosa (Conefa) y el Servicio Ecuatoriano de Sanidad Agropecuaria (SESA).

En ciudades como Esmeraldas, Riobamba, Santo Domingo de los Colorados y Cuenca, las labores de comercialización y faenamiento en los camales municipales están suspendidas.

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La medida provocó también la suspensión de un remate de 102 reses previsto para ayer en Santo Domingo de los Colorados.

En Puyo (Pastaza) ayer fue clausurada una tercena y se le impuso una multa de 120 dólares por incumplir la emergencia sanitaria al comprar ganado para la venta.

La Gobernación de Pastaza dispuso al Comando de Policía un control a la movilización de ganado para hacer cumplir esta disposición.

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En Guayaquil
En el camal de Guayaquil, vehículos que transportan la carne esperaban su turno en los patios para llevar el producto y no había restricción para su ingreso al área.

El director del lugar, Óscar Castro Quintero, no quiso atender a la prensa y se limitó a enviar un trozo de papel donde escribió el nombre de Yuly Wolf, directora de prensa del Municipio, para que se le hiciera cualquier consulta.

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La atención de los comerciantes de carne en el Mercado Central, en Seis de Marzo y Colón y en Caraguay fue normal. Víctor Campoverde, tercenero de Caraguay, dijo que no tenían problemas para adquirir el producto, lo que fue corroborado por el comerciante Valente Cepeda.

Mientras dura la inmovilización del ganado, personal del Conefa se encarga de la vacunación de las reses en los hatos ganaderos del país.