Con decepción he tenido el infortunio de leer una carta de las cámaras de la producción a las principales instancias gubernamentales, en la cual piden no se deje de lado la técnica en favor de unos cuantos desafortunados, llamados jubilados.

Siempre es preferible el sacrificio de pocos, en favor del colectivo general; tecnicismo aplicable sobre todo a las guerras. 

Pues no, yo pienso que se debería pensar en los jubilados, y si a los señores de las cámaras no les importan este sector minúsculo, es porque ellos no viven de pensiones jubilares.

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Existen infinidad de casos en que se ha interpuesto el bien de unos pocos, a costa del sacrificio de muchos: salvataje bancario, sucretización de deudas, dolarización, etcétera; ¿por qué no realizar un sacrificio esta vez? Considero que la gran mayoría de nosotros estaríamos dispuestos a hacerlo.

Voy a pedir a Dios que haga un milagro y que de alguna manera estos empresarios, después de algunos años, tengan que vivir de pensiones jubilares (es muy poco probable) por eso hablo de un milagro; no hay nada como vivir en carne propia las desgracias, para ver los problemas con perspectiva humana.
Pero seguro que ellos han de pensar que siendo Dios misericordioso, no les depare tamaño infortunio.

Jerry A. Villón
Guayaquil