Cuando el uruguayo Daniel Carreño era solamente un infante, el único juguete que lo acompañaba era la pelota. Sumado a ella estaba la cancha de juego. Ambos elementos convertían su mundo en perfecto.

“Así es como todo uruguayo soñaba con ser futbolista”. Él jugó en un equipo exclusivamente infantil de barrio, denominado Corinto.

A Carreño se le pregunta qué se siente ser uruguayo partiendo desde la historia futbolística de su país: bicampeones mundiales y bicampeones olímpicos. Él responde: “Y no te olvides de 13 títulos de Copa América. Es un orgullo ser uruguayo y estar envuelto en el fútbol, más allá de que ahora los resultados nos desamparan”, expresa el estratega de Liga de Quito.

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Para el partido de ayer, entre la Tri y sus compatriotas, Carre, como lo llaman en el equipo albo, confesó que hinchó por su país. Aunque para el siguiente compromiso de los ecuatorianos, ante México, ofreció que alentará a los ecuatorianos, “porque tengo trabajo aquí y ocho de mis muchachos están en la selección. Soy compañero y amigo”, dice.

El entrenador uruguayo señala que en la Copa América no hay favoritos. Añade que cuando Uruguay es favorito, le va mal. “Mejor que todos piensen que estamos muertos, pero también ojalá que no se juegue con el peso de los malos resultados de eliminatorias”.

Carreño explica que en la selección nacional de su país deben efectuarse cambios drásticos, que serán parte de un proyecto a largo plazo. Intuye que su colega y DT de la selección charrúa Jorge Fossati lo está aplicando. “Las variantes que efectuó el profe Fossati en el equipo no son para culpar a los jugadores anteriores, sino para pensar en el futuro de las eliminatorias”, agrega.

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El DT albo añade que Uruguay es un país con un territorio pequeño comparado a la mayoría de países de la zona, además con una población reducida. Eso es un limitante para que esa nación vuelva al protagonismo.

Hay otros países que buscan liderazgos, en Sudamérica ya no se habla solamente de los equipos de Brasil y Argentina. “Es como pasó en la Eurocopa. Salieron los países grandes, y Grecia, que era un benjamín, terminó ganando la Copa, eso da para pensar que no hay títulos de antemano”.

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“Los equipos que acostumbran atacar mucho, ahora les cuesta romper a los que se defienden. Eso está pasando con Liga”, subraya.

Ecuador, a pesar de la derrota ante los gauchos, el miércoles pasado, se caracteriza por el juego colectivo defensivo y sabe salir al ataque, anota el técnico del campeón ecuatoriano.

Carreño dice  que los próximos juegos  de su selección serán parejos.