Siete personas murieron en Iraq, entre ellos cinco militares estadounidenses, mientras que el ultimátum que fijaron los secuestradores de un rehén filipino fue prolongado y se mantiene la incertidumbre por la suerte de los otros extranjeros en manos de grupos rebeldes en el país.
 
Un diplomático filipino que se había manifestado optimista sobre la suerte  de su conciudadano, Angelo De la Cruz, secuestrado por un grupo que se  autodenomina Brigada Jaled Ibn Al-Walid, vinculada al Ejército Islámico que  milita en Irak, indicó que la vida de este rehén sigue dependiendo del  ultimátum de sus secuestradores.
 
De otro lado, Bulgaria confirmó este domingo que están vivos dos búlgaros  secuestrados por un grupo terrorista relacionado con Al Qaida, según manifestó  el viceministro de Relaciones Exteriores Ivan Petkov citando "una fuente  fiable".
 
Horas antes, el canciller búlgaro Solomón Passi había declarado que Ivailo  Kepov y Gueorgui Lazovlos, los dos choferes secuestrados estaban vivos, pero  basándose en "informaciones no confirmadas".
 
Por su parte, el ministro egipcio de Relaciones Exteriores, Ahmed Maher, se  declaró "optimista" en cuanto a la liberación del rehén de su país y dijo que  se contactó con "personalidades oficiales y no oficiales en Irak desde el  primer minuto" del secuestro de Sayed Mohammad Sayed al-Gharbaui.
 
En Washington, la guerra en Irak quedó en el primer plano de la carrera  hacia la Casa Blanca luego de que el candidato demócrata, John Kerry, blandiera  un informe del Senado y cargara contra el presidente republicano George W. Bush  afirmando que abusó del poder y que engañó a Estados Unidos con acusaciones  falsas.
 
"El valor de la verdad es uno de los valores principales en Estados Unidos  y este gobierno lo violó", dijo Kerry al Washington Post. "Su sistema de  valores está distorsionado y no está basado en la verdad", agregó.
 
Por otra parte, un soldado estadounidense de la Fuerza Multinacional y un  civil iraquí resultaron muertos y otro militar de Estados Unidos resultó herido  por la explosión de una bomba ubicada al borde de una ruta a 140 km al sur de  Mosul (norte).
 
Cuatro Marines estadounidenses perecieron el sábado en un accidente de su  vehículo cerca de Faluja (oeste), precisó el domingo el ejército  estadounidense, tras haber anunciado antes que murieron en acción. "Las muertes  fueron provocadas por un accidente del vehículo de los Marines y no pueden ser  consideradas como resultado de una acción hostil", afirmó un portavoz militar  estadounidense.
 
Con estas víctimas aumentó a 18 el número de Marines muertos en los 13  últimos días en operaciones en la provincia rebelde de Al-Anbar, donde se  encuentra Faluja, supuesto feudo del grupo terrorista del jordano Abu Mussab  al-Zarqaui, ligado a Al-Qaeda.
 
Por otra parte, un coronel de la policía y un policía resultaron gravemente  heridos de bala, en dos ataques distintos el domingo en la región de Kirkuk,  según la comisaría de esta ciudad petrolera del norte de Iraq.
 
En Bagdad reinaba la incertidumbre sobre la suerte de un filipino, un  egipcio y dos búlgaros secuestrados en Iraq.
 
La brigada Jaled Ibn Al-Walid que tiene en su poder al filipino Angelo de  la Cruz, de 46 años, exhortó el sábado a Filipinas a retirar su contingente del  país o de lo contrario ejecutará al rehén en un plazo de 24 de horas, plazo que  luego postergó afirmando que si el gobierno filipino anuncia su intención de  retirar sus tropas el rehén será mantenido como "prisionero de guerra siguiendo  (la regla del) Islam" hasta que el último filipino haya abandonado el país, a  más tardar el 20 de julio.
 
En Iraq hay un pequeño contingente de 51 militares filipinos.
 
En Bulgaria, el canciller Passi dijo que según informaciones "no  confirmadas, nuestros compatriotas están vivos en este momento" y aprovechó de  dirigirse a los secuestradores para indicarle que uno de los rehénes padece de  diábetes y que el otro sufrió un ataque de apoplejia.
 
La televisión satelital qatariota Al-Jazira difundió la noche del jueves  una grabación video de dos hombres presentados como rehenes búlgaros en Iraq,  amenazados de muerte por sus secuestradores si las tropas estadoundienses no  ponen en libertad a todos los presos iraquíes en un plazo de 24 horas.
 
Pero Sofía indicó que no cederá ante el chantaje del grupo aparentemente  vinculado a Al Qaeda, y no retirará a sus 470 hombres de Iraq, donde apoyan a  la coalición estadounidense-británica.
 
En Baaquba, norte de Bagdad, unos 200 iraquíes manifestaron su apoyo al  derrocado presidente Saddam Hussein, mientras que cientos de chiítas marcharon  el sábado en Amara (sur del país) para exigir su ejecución.
 
El vice primer ministro iraquí Barham Saleh estimó el domingo que era  "irrealista pedir a la Fuerza Multinacional abandonar Iraq puesto que todavía  no se han creado los (organismos) de seguridad necesarios para la estabilidad  de este país".