El primer ministro Ariel Sharon fustigó al Tribunal Internacional de la ONU que declaró ilegal a la barrera de seguridad que Israel construye en Cisjordania y aseguró que un atentado del domingo contra una estación de autobuses de Tel Aviv   es el primero auspiciado por esa corte.
 
En el ataque, una soldado de 19 años murió, dijo el ejército. La policía indicó que 32 personas resultaron heridas. Fuentes hospitalarias manifestaron que cinco sufrieron lesiones de gravedad y las demás eran atendidas por el susto y heridas leves.
 
Sharon ignoró el fallo del viernes del tribunal que consideró necesario desmantelar el muro de alambrados, fosas y cemento, y ordenó continuar con su construcción.
 
Los líderes palestinos, mientras tanto, señalaron que no están apurados para buscar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la barrera debido a que esperan un veto de Estados Unidos.
 
En una reunión de gabinete, los palestinos acordaron esperar hasta después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de noviembre para buscar una acción del Consejo de Seguridad, dijeron algunos de los participantes del encuentro.
 
En la embestida del domingo, los milicianos palestinos detonaron una bomba de dos kilos cuando un autobús se detuvo en una parada cercana a la estación central de autobuses de Tel Aviv.
 
El chofer del autobús, Eyal Gazit, dijo que en un principio creyó que la bomba estaba en el vehículo.
 
De repente, una gran explosión, una nube de humo negro y el autobús cubierto ... las ventanillas se rompieron, expresó en declaraciones a Radio Ejército.   Había gritos ... los pasajeros saltaban y se pisaban tratando de escapar del autobús.
 
La Brigada de los Mártires de Al Aqsa, un grupo palestino violento ligado al partido Fatah de Yaser Arafat, se proclamó responsable por el ataque dinamitero de Tel Aviv, y dijo que fue una venganza por la muerte de sus miembros a manos de israelíes.
 
Esto dice que podemos llegar a cualquier lugar, aún cuando existe una cerca, manifestó un portavoz de Al Aqsa en la ciudad cisjordana de Naplusa.
 
Los milicianos palestinos no habían concretado con éxito ninguna embestida en el territorio israelí desde un ataque suicida en la ciudad portuaria de Ashdod, el 14 de marzo.
 
Funcionarios palestinos condenaron el ataque.
 
Estamos en contra de todos los ataques como este, sostuvo Arafat.
 
Sharon se reunió el domingo con ministros de su gabinete, funcionarios de seguridad y el fiscal general para analizar las repercusiones del fallo del tribunal internacional.
 
El primer ministro israelí ordenó la continuidad de la construcción de la barrera, dijo su oficina en una declaración escrita.
 
Resolvió además disputar la decisión de la corte con   todos los medios diplomáticos y legales, indicó el comunicado.
 
Israel no reconoce la jurisdicción del tribunal en el caso, y ha pedido a Estados Unidos que frene una acción de la ONU.
 
Con frecuencia Washington ha utilizado su poder de veto en el Consejo de Seguridad para bloquear resoluciones que son críticas para Israel. Funcionarios norteamericanos han expresado que se oponen al fallo del tribunal y no creen que sean necesarias más acciones de la ONU.
 
Israel sostiene que la muralla es necesaria para impedir que los atacantes palestinos ingresen al país.
 
El acto cruel de esta mañana es el primero que sucede con el respaldo de la decisión de la corte mundial en La Haya, expresó Sharon.
 
La decisión envía un mensaje destructivo para alentar el terrorismo y denuncia a los países que se autodefienden de él, sostuvo al iniciar la reunión semanal del gabinete israelí.
 
La corte determinó que la muralla transgrede la ley internacional. Israel ha completado cerca de un cuarto de la estructura de 685 kilómetros, que según considera mantendrá a los atacantes alejados del país.
 
En la reunión del domingo, Sharon instó a los países que combaten el terrorismo global que se unan a Israel para condenar el fallo del tribunal.
 
Si bien, la resolución de la corte no es vinculante, los palestinos esperan ahora conseguir apoyo internacional para hacerla cumplir.
 
Para ello planean buscar respaldo en la Asamblea General de la ONU y luego en el Consejo de Seguridad, que podría emitir una resolución demandando el cumplimiento del fallo.