Un total de 622 extranjeros han obtenido permiso de residencia en España por ser víctimas de los atentados perpetrados en Madrid del pasado 11 de marzo en Madrid o familiares de éstas, informaron este sábado fuentes policiales.
 
Hasta el momento se han presentado 1.209 solicitudes de nacionalidad -1.171 correspondientes a víctimas directas (heridos) y 38 a familiares-, así como 2.199 solicitudes de regularización de residencia en España.
 
Del total de las solicitudes de nacionalidad, 478 corresponden a ciudadanos de Ecuador, 198 de Colombia, 30 de Bolivia, 26 de Perú, 18 de Venezuela, 15 de Cuba y otros tantos de Argentina y 11 de Brasil.
 
Los inmigrantes residentes en Madrid fueron uno de los grupos más golpeados por los atentados del 11 de marzo en Madrid, especialmente los latinoamericanos seguidos de otras nacionalidades.
 
Así, también han formulado solicitudes 244 ciudadanos de Rumanía, 44 de Marruecos, 21 de Bulgaria, 13 de Nigeria y 11 de Ucrania, seguidos de otros países con menor número de peticiones.
 
De las 2.199 solicitudes de regularización, el grupo más numeroso está compuesto de nuevo por los ecuatorianos (761), seguidos de los rumanos (664), colombianos (322), marroquíes (69), bolivianos (49), ucranianos (45), búlgaros (40), polacos (38), argentinos (36), peruanos (27), venezolanos (25), cubanos (19) y brasileños (17).
 
Hasta el momento se han concedido 622 permisos de residencia -322 a víctimas y 300 a familiares-.
 
De estos permisos el mayor número corresponde a ciudadanos de Rumanía (239), seguidos de los de Ecuador (173), Colombia (67), Bolivia (17), Ucrania (16), Argentina (14), Polonia (14), Perú (12), Cuba (7), Venezuela (3), Moldavia (2) y Estados Unidos (1).
 
En conjunto, entre las solicitudes de nacionalidad y regularización se han registrado en la oficina de víctimas 3.408 peticiones.
 
Las víctimas y sus familiares disponen de seis meses desde los atentados para presentar su solicitudes.
 
Además, el ministerio del Interior español ha aprobado ayudas cuatro meses después de los ataques terroristas a favor de las víctimas, tanto nacionales como extranjeras, por importe de 39.881.565 euros (unos 47.857.878 dólares).