Argentina y México se miden hoy  (19h45) en la segunda jornada del grupo B de la Copa América de Perú, en un partido que no solo es clave para la clasificación a los cuartos de final sino que además ofrece el condimento extra del enfrentamiento entre dos técnicos del mismo país.

Los argentinos Marcelo Bielsa y Ricardo Lavolpe prometen un interesante  duelo táctico en el estadio Elías Aguirre de esta ciudad, la que quedó impresionada por el rendimiento del equipo sudamericano en su debut frente a Ecuador y algo desencantada por la labor de México ante Uruguay.

Relevante fue la labor del conjunto que dirige el Loco Bielsa, que no solo estableció ante los ecuatorianos una diferencia de 5 goles en el marcador (6-1), sino también de capacidades físicas, técnicas y tácticas.

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Pese a que los jugadores y el técnico se manifestaron conformes con esta actuación, que aplacó un poco las críticas de un sector de la prensa y de los hinchas de su país, prefirieron la cautela y no subirse a un clima de triunfalismo.

“Una victoria así reconforta, pero sabemos que en dos o tres días no cuenta más”, sostuvo el seleccionador argentino, quien consideró que ante Ecuador el equipo se mostró bien balanceado, gestó muchas jugadas de gol y tuvo una altísima efectividad, sobre todo en el segundo tiempo.

El triunfo sirvió también como gran espaldarazo para el delantero del Barcelona español, Javier Saviola, quien marcó 3 goles y se erigió como la indiscutible figura de la primera jornada del grupo B.

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México mantiene alto su deseo de protagonismo en la Copa América y el empate a 2 goles con Uruguay aumentó la importancia de su duelo con el poderío tradicional de Argentina, selección que se ha convertido en referencia para el fútbol mexicano.

“Tú deberías trabajar en una revista de cómicos. ¿Qué hay que cuidarle a Argentina? Todo”, dijo Lavolpe a una pregunta que le hizo un periodista sobre el planteamiento y la estrategia que presentará ante los albicelestes.

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Argentino de nacimiento y graduado como técnico en México, Lavolpe ha reiterado que él es un profesional y que no tiene empacho en medirse como entrenador mexicano a la selección de su país, a la que a su escuela formadora le ha sumado su deseo personal por hacer grandes cosas.