El tenista suizo Roger Federer, número uno del mundo, tuvo que superar la fatiga, la lluvia y una férrea resistencia del italiano Potito Starace para alcanzar este sábado la final del Abierto de Suiza.
 
Federer enfrentará el domingo al ruso Igor Andreev, de 20 años, quien eliminó en su semifinal al alemán Rainer Schuettler por 6-2, 3-6 y 7-6.
 
En una semifinal interrumpida por la lluvia, el dos veces campeón de Wimbledon finalmente se impuso por 6-3, 3-6 y 6-3 pero tras el partido admitió que estaba cansado y que necesitaba un descanso.
 
Federer ha ganado 24 de sus últimos 25 encuentros.
 
Después de haber jugado seis sets en tres horas y 32 minutos para pasar a la siguiente fase el viernes, menos de cinco días después de haber ganado al estadounidense Andy Roddick en la final de Wimbledon, el suizo de 22 años tiene todo el derecho del mundo a sentirse exhausto.
 
Federer dijo que esperaba que la final del domingo no se alargase hasta los cinco sets, como el año pasado cuando perdió frente a sus parciales.
 
El tenista dijo que la final del año pasado que perdió contra el checo Jiri Novak "casi me mata. Así que no quiero eso otra vez".
 
"Me siento muy cansado ahora, pero espero recuperarme lo suficiente esta tarde para jugar mañana", afirmó.