El ex presidente de la empresa Enron, Kenneth Lay, se declaró ayer inocente de acusaciones de que engañó al público, a los inversionistas y al gobierno sobre las finanzas de la compañía energética ahora quebrada.

El colapso de Enron a fines del 2001 costó a sus accionistas millones de dólares y dejó en la calle a miles de empleados de la firma.