La audiencia en la que los abogados de Michael Jackson intentarán demostrar, este viernes,  que el cantante es víctima de un fiscal de distrito que se excedió en sus funciones, indicaron fuentes de la defensa. Jackson es acusado de abuso de menores.
 
El abogado Robert Sanger acusó al fiscal de distrito Tom Sneddon de   falta de ética profesional al ingresar en la oficina de un investigador y confiscar materiales confidenciales. Sanger presentó una petición para que esa información sea eliminada del proceso. La petición debe ser examinada el viernes por un juez.
 
La revelación más sorprendente en documentos difundidos el jueves fue que Sneddon, el fiscal jefe del condado de Santa Barbara, California, realizó por su cuenta tareas de vigilancia en la oficina en Beverly Hills del investigador Bradley Miller días antes de ordenar el allanamiento de la mansión de Jackson.
 
Abogados de la defensa dijeron que el departamento del alguacil también   invadió el territorio de la defensa el 18 de noviembre del 2003, cuando agentes usaron una almádena para ingresar en la oficina y en la sala de conferencias de Miller. Aunque contaban con una orden de allanamiento, la defensa dijo que los agentes se excedieron en sus funciones.
 
La fiscalía respondió que ignoraba que Miller trabajaba en esa época para el abogado de la defensa Mark Geragos.
 
La defensa dijo que evidencia obtenida en la oficina de Miller debe ser devuelta a los abogados de Jackson porque la policía no tiene derecho a confiscarla.
 
La petición presentada el 22 de junio pidió al juez Rodney S. Melville no permitir que esa evidencia sea admitida en el juicio. Eso incluyen vídeograbaciones y discos duros de computadora.