La patronal europea Unice emplazó ayer a los gobiernos de la UE a modificar el Protocolo de Kyoto sobre cambio climático, ya que considera que su puesta en práctica supone un sacrificio para las empresas europeas difícilmente asumible.

El presidente de Unice, Jurgen Strube, y su vicepresidente, Fabrizio Dadda, se quejaron  del alto costo que va a suponer para las empresas europeas adoptar la tecnología necesaria para modernizarse y reducir las emisiones contaminantes, lo que consideran les hará perder competitividad frente a las estadounidenses o las rusas.

Ni Estados Unidos ni Rusia han ratificado el Protocolo de Kyoto, por lo que no están obligados a reducir las emisiones..