Con convicción y delicadeza, el oficial de la Aduana de Perú, Alejandro Quezada, da la bienvenida a un grupo de ecuatorianos que se acerca a solicitar el permiso para movilizarse en su automotor en la vía que conduce desde Tumbes a Chiclayo.

El oficial no solo atiende el trámite sino da consejos y detalles a los grupos de ecuatorianos que, desde el pasado domingo hasta la madrugada de ayer, viajaron desde diversas ciudades del país a Chiclayo, para ver el partido de anoche de la Tricolor.

Al menos 50 buses accedieron por Tumbes en ese periodo. En total, 150 vehículos que transportaron al menos 2.500 aficionados, que recorrieron el trayecto de 570 km desde la frontera ecuatoriano peruana hasta Chiclayo.

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La ruta que se  seguirá es la carretera Panamericana, que en esta parte del Perú corre en su mayor parte paralela al océano Pacífico y está muy bien señalizada y con buen asfalto.

El viaje toma casi once horas en automóvil. Los buses suelen tardar hasta quince para llegar a Piura, a 330 km de la frontera. Este camino deben recorrer quienes estén interesados en asistir al segundo partido de la Tricolor, el sábado, contra Uruguay.

“Es un viaje cansado, son casi catorce horas, pero vale la pena por estar junto con la selección”, afirmó Carlos Cevallos, quien se movilizó en auto particular con Jorge Córdova y un grupo de aficionados de Cotopaxi.

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Javier Varas y sus amigos fueron otros de los hinchas que salieron de Guayaquil, en camioneta, y se sumaron a los 2.500 aficionados de Cuenca, Machala, El Triunfo y otras ciudades ecuatorianas que viajaron a Chiclayo para apoyar a la selección.

Pero, los inconvenientes surgieron al llegar a esa ciudad, donde la mayoría de hoteles tiene copada sus plazas con ecuatorianos y las entradas se agotaron, pues se vendieron por abonos.

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La tarde de ayer, en las afueras del estadio, la reventa fue el negocio perfecto para decenas de peruanos. La entrada a Occidente Baja (tribuna), que tiene un costo de 100 soles (33 dólares), se vendió a 200 soles (66 dólares); la que permite el acceso a Oriente, de 50 soles (14 dólares), se comercializó en la reventa a 100 soles (28 dólares).

Para hospedarse quedaron solo disponibles algunas hostales que por lo general tienen una tarifa de 25 soles (7 dólares), pero cobraban 50 por persona (14 dólares).