El Congreso boliviano aprobó una ley que acabó con el monopolio de la representación ciudadana que detentaban los partidos políticos. Ahora, las organizaciones también podrán participar en elecciones y postular candidatos.

La Ley de Agrupaciones Ciudadanas permite que cualquier grupo o pueblo indígena podrá proponer aspirantes si acreditan el 2% de firmas del total de votos válidos del último comicio.