Con esta norma el régimen interino podrá imponer  toques de queda, allanamientos y detenciones y además planea restaurar la pena de muerte.

El Gobierno interino de Iraq anunció ayer una nueva Ley de Seguridad con la que se atribuyó amplios poderes para luchar contra la insurgencia, mientras grupos  armados se enfrentaban con estadounidenses e iraquíes en el corazón de Bagdad.

El ministro de Justicia, Malek Al Hassan, dijo que la Ley de Seguridad Nacional, cuyo anuncio ya estaba previsto, permitirá al Gobierno imponer medidas de emergencia como toques de queda, allanamientos y detenciones en áreas definidas, por periodos de hasta 60 días.

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“Somos conscientes de que limitará algunas libertades”, señaló Hassan.

El Gobierno dice que la ley es necesaria para impedir que los rebeldes impidan el proceso que culminará en las elecciones nacionales de enero del próximo año.

Simultáneamente recrudecían en el centro de Bagdad los enfrentamientos callejeros, en los que los rebeldes dispararan cohetes contra la casa del primer ministro, Iyad Alawi, y otros objetivos. Cuatro iraquíes, incluyendo un soldado y un policía murieron y 27 sufrieron heridas.

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El gobierno de Alawi también ha dicho que planea restaurar la pena de muerte, suspendida durante la ocupación de EE.UU. y ofrecer una amnistía temporal para ciertos rebeldes que lucharon contra los norteamericanos.

Cuatro infantes de marina perdieron la vida en un enfrentamiento armado en la provincia de Al Anbar, al oeste de Bagdad, y otro murió en un accidente anunció ayer el Ejército estadounidense.

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Déficit de soldados
En Washington, el general Richard Cody afirmó que las fuerzas estadounidenses están estiradas al máximo por las operaciones militares en Iraq y Afganistán, dañando la capacidad estadounidense de desplegarse en otras  partes, e incluso de reemplazar a los efectivos desplegados en  combate en ambos países.

Cody explicó que  “hemos realizado el mayor movimiento de nuestro ejército desde la II Guerra Mundial. No se puede mover ocho divisiones y media y 240.000 soldados  sin tensar la fuerza”, dijo.

Agregó que los oficiales militares están  ”preocupados”.

Miembros del Congreso de EE.UU. también expresaron ayer su preocupación por la escasez de soldados y la movilización forzosa de más de 5.600 reservistas que, estaban integrados a la vida civil.

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En los dos últimos años expertos y miembros del Congreso han señalado que EE.UU. no tiene el número suficiente de tropas para atender simultáneamente dos conflictos mayores y misiones en 120 países. El Pentágono tiene 318.000 soldados del Ejército y 56.000 marines en diferentes partes del mundo. Más de 130 mil están en Iraq.

Sin embargo el subsecretario de Defensa David  Chu, reafirmó, que a pesar de la presión sobre las tropas estadounidenses, el Pentágono no restablecerá el servicio militar obligatorio.