El volcán Tungurahua, situado en el centro andino de Ecuador, registró 94 explosiones de baja intensidad en las últimas 24 horas, informó hoy el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
 
Las exhalaciones generaron una nube de ceniza y gases magmáticos que se elevó unos cuatro kilómetros sobre la cumbre de la montaña, situada a unos 180 kilómetros al sur de Quito.
 
Además, el Geofísico registró 106 seísmos leves en el interior de la caldera del volcán y un temblor permanente relacionado con las exhalaciones de ceniza.
 
El material volcánico cayó sobre varias poblaciones cercanas al macizo, de 5.029 metros de altura y cuyo proceso de erupción comenzó en 1999, con frecuentes episodios de gran actividad que se intercalan con otros de relativa calma.
 
El informe del Instituto advierte de que el volcán "viene mostrando un ligero incremento de su actividad desde finales de abril pasado", con seísmos y explosiones de baja magnitud que han ido aumentando de potencia hasta un nivel moderado desde junio.
 
El Geofísico espera que este proceso continúe durante algunos días más, con constantes emisiones de ceniza, aunque prevé que la carga del material volcánico sea menor a la registrada en anteriores ocasiones.
 
El proceso eruptivo del Tungurahua, que es el volcán más activo de Ecuador de entre el medio centenar que se alinean en las cordilleras andinas del país, lleva cinco años lanzando frecuentes bocanadas de ceniza, en medio de explosiones de pequeñas cantidades del magma que logra ascender hasta el cráter.
 
Los científicos estiman que el proceso durará meses o años y no descartan que pueda haber una gran explosión de efectos impredecibles.
 
La región aledaña al Tungurahua está sometida a un régimen de "alerta amarilla" o de precaución, que podría convertirse en "roja", es decir de máximo peligro y evacuación inmediata, en caso de que el volcán desfogue su potencial eruptivo.