“Ningún diputado o partido político querrá ser responsable de esa medida. A más de las consideraciones económicas (es una medida inflacionaria, aumenta el riesgo país), pesa el hecho de que este es un año electoral y pueden recibir un voto de castigo”, señala el decano de la Facultad de Economía de la Universidad Espíritu Santo (UEES), Fidel Márquez.

El ex ministro de Gobierno, Vladimiro Álvarez, dice que la aprobación de dichas medidas resulta más difícil por la cercanía de las elecciones, a menos que los diputados tomen sus decisiones en razón del interés nacional”.

Álvarez agrega que “en distintos regímenes, el planteamiento de una elevación de los impuestos siempre obtiene una reacción negativa del Congreso; depende de la capacidad de persuasión del Gobierno. El problema es que el IVA afecta a toda la población porque cada vez que se compran y venden productos (salvo los que tienen excepciones) los ciudadanos tienen que pagarlo”.

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El decano de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Católica de Guayaquil, Iván Castro, comenta que la propuesta no tendrá acogida “no solo porque es un año electoral sino porque los impuestos que tiene el pueblo ecuatoriano son suficientes y excesivos; yo creo que hay otras maneras más responsables de financiar un incremento como el que los jubilados piden: el cobro de deudores de la banca o la reducción del servicio de la deuda”.