Pregunta: ¿Cómo se decidió el primer puesto?
Respuesta: La decisión del jurado fue totalmente  unánime. Toral propone un modelo de reflexión muy consecuente para el tiempo en el que está trabajando, que va más allá de la propuesta estética con el fin de lograr incidir en el pensamiento del espectador y sembrar semilla crítica.

P: ¿Cree que para ser consecuente Toral debió repartir el premio entre los mendigos cuyas “camas” usó?
R: Creo que el artista está haciendo una reflexión sobre los procesos de regeneración urbana y no creo que esto involucre una campaña de caridad.  Está haciendo un manejo muy ético de la situación, al contrario de lo que sucedió con el indigenismo que en algunos casos llevó a explotar al sujeto de una manera comercial.

P: ¿Qué aporte artístico hay en colgar unos cartones?
R: En cuestión de aporte artístico dudo que se vaya a inventar algo nuevo. Pero él sí  transforma los cartones y pinta en ellos un perfil del Malecón de Guayaquil, que es una manera de delatar la imposición de un modelo de urbanismo sobre una realidad social, cuya solución no está contemplada en dichas acciones. El jurado lo que rescata es una manera inteligente y poética de plantear un problema.

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P: ¿Por qué no pusieron unas guías para los visitantes?
R: Son decisiones museográficas, cuya pertinencia debe considerar el Centro para próximas ediciones. No creo que ningún marco conceptual pueda justificar una obra mediocre, pero creo que para un público que todavía se está familiarizando con propuestas contemporáneas, el marco conceptual puede ser una clave para enriquecer las lecturas que el lector pueda sacar. La obra debe hablar por sí misma, pero hay un divorcio entre el nivel cultural del público y las propuestas que los artistas están haciendo y eso solo se resuelve con educación.

P: ¿Cree que curadores y jurados están induciendo a los jóvenes a hacer cierto tipo de arte?
R: Son los artistas que tienen mayor comunicación con lo que pasa en el planeta los que están trabajando en diferentes ópticas y me extraña que haya gente que quiera que Ecuador nade contracorriente con lo que se está dando en el mundo hace 40 años. Ahora ya no hay una evolución lineal en el arte como en el modernismo: son maneras de abordar temas, que van más allá de la estética y tienen una incidencia en contextos sociales, étnicos y de género.