El gobierno interino iraquí volvió a posponer este lunes el anuncio de una ley de seguridad para frenar a los insurgentes, aunque no explicó los motivos de la postergación.
 
El primer ministro iraquí Iyad Allawi canceló con poco tiempo de anticipación una conferencia de prensa sobre la ley de seguridad, mientras que un funcionario de su oficina dijo que no se había fijado una nueva fecha para el anuncio.
 
El gobierno ya había planeado revelar las medidas en una conferencia de prensa el sábado, pero la canceló a último momento.
 
Altos funcionarios iraquíes dijeron que se impondrían duras medidas de seguridad, se reestablecería la pena de muerte y que el nuevo gobierno ofrecería una amnistía parcial como parte de una estrategia de incentivos y amenazas para terminar con la sangrienta insurgencia.
 
El anuncio de nuevas medidas del gobierno de Allawi estaba previsto como un paso más luego de que Iraq recuperara la soberanía de manos de la ocupación liderada por Estados Unidos hace una semana.

Según informaciones de prensa, el presidente Ghazi al-Yawar dijo que el gobierno interino había acordado reestablecer la ley de seguridad nacional de los 60, que incluye disposiciones contra el terrorismo y contra la alteración del orden público, pero que no alcanza a ser una ley de emergencia a gran escala.
 
Yawar y otros funcionarios también prometieron reestablecer la pena de muerte, suspendida durante los 14 meses de la ocupación estadounidense-británica.
 
La pena de muerte podría aplicarse al ex líder iraquí Saddam Hussein y a 11 de sus principales colaboradores si son condenados por un tribunal especial.
 
Los doce hombres se presentaron ante el tribunal iraquí el jueves para oir los cargos de su acusación: la invasión de Kuwait, la limpieza étnica contra los kurdos, la represión de rebeliones kurdas y chiítas, y la muerte de enemigos religiosos y políticos durante las últimas tres décadas.
 
Allawi prometió castigo para los miembros del partido Baath que tenían "sangre en sus manos", para los criminales y los radicales extranjeros, pero también habló de una amnistía para los iraquíes que lucharon contra la ocupación motivados por el nacionalismo.   
 
Violencia y sabotaje 
 
La violencia ha sacudido a Iraq desde el comienzo de la invasión liderada por Estados Unidos para derrocar a Hussein el año pasado. Los insurgentes han atacado a las fuerzas estadounidenses, a policías iraquíes y a objetivos de la industria petrolera en todo el país.
 
En el último ataque, una bomba en una ruta hirió el lunes a cinco civiles en Mosul, en el norte de Iraq, dijo la Policía.
 
Aparte, un civil iraquí murió y otros cuatro resultaron heridos en Basora, en el sur de Iraq, tras una ronda de morteros disparados por guerrilleros contra edificios gubernamentales, que impactó en hogares cercanos.
 
Mientras, los técnicos iraquíes intentaban reparar los oleoductos dañados la semana pasada por los ataques de sabotaje que recortaron las exportaciones de petróleo, el pilar de la economía de Iraq, dijeron funcionarios del sector.
 
Por otro lado, no hubo comentarios sobre el destino del marine estadounidense nacido en el Líbano después de declaraciones contradictorias del grupo de secuestradores que primero dijo que lo había decapitado y después lo negó.
 
Allawi dijo que había sido exitosa la primera semana de gobierno desde el traspaso de la soberanía. "Hemos presenciado una caída en las actividades de la insurgencia hasta el momento. Esperamos que se mantenga esta disminución", dijo Allwawi a la cadena de televisión ABC.