Los testimonios de José Luis Través García y Esteban Fernando Garzón Freire, quienes fueron víctimas de extorsión y secuestro, permitieron la captura de dos miembros de una banda de plagiadores que operaba en Quito.

Édison Patricio Vega Tapia y Diego Fabián Pineda Piedra permanecen con prisión preventiva, luego de que el fiscal de la Unidad de Delitos contra las Personas, Wilson Toaínga, solicitara sus aprehensiones el 29 de septiembre pasado.

Diego Pineda Piedra también se identificaba como Diego Mauricio Rivera Espinoza, Álvaro Alexander Grijalba Méndez y Washington Diego Ordóñez Valdiviezo.

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Realizadas las investigaciones, la Policía informó que los detenidos confesaron ser los autores de los delitos.

Tanto José Luis Través como Fernando Garzón trabajaban en locales de venta y mantenimiento de computadores.

Según sus testimonios, rendidos en la Unidad de Delitos contra la Vida de la Fiscalía de Pichincha, los delincuentes los contactaron previamente por teléfono para, en el caso de Garzón, ofrecerles equipos de computación y en el de Través, solicitarle que ensamble veinte computadoras.

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En los dos casos las citas para concretar los compromisos se realizaron en Cotocollao (al norte de Quito), desde donde los pillos dirigieron a sus víctimas al sector de la cooperativa La Roldós.

Ya en ese barrio y con la ayuda de varias personas, los supuestos clientes atacaron a José Luis Través y lo despojaron de sus pertenencias. En seguida le solicitaron a cambio de su libertad, dos computadoras. Este hecho sucedió el 11 de septiembre pasado.

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A Fernando Garzón le ocurrió algo similar dos semanas después, aunque él acudió a la cita en compañía de un amigo, igual se facilitó el secuestro momentáneo.

Luego de asaltarlos, el amigo de Garzón, Miguel Ángel Moreno, fue plagiado por cómplices de los delincuentes, quienes exigieron a cambio de su liberación cuatro equipos de computación y 1.000 dólares en efectivo, según consta en el expediente fiscal.