La primera función en el país, de la cinta que dirigió Sam Raimi,  se efectuó en Guayaquil.

A LOS HERMANOS Juan (13) y Miguel Santoro (14) no les importó utilizar menos horas para dormir entre el jueves pasado y ayer.  El motivo que irrumpió su sueño  fue el estreno de la película Spiderman 2,  que se realizó a la medianoche del jueves anterior, en  las salas de cine de Guayaquil.  

Los Santoro    fueron  a Cinemark, ubicado en Mall del Sol, con su padre, Vicente (39).  Juan comentó que hace unas semanas él y su hermano se enteraron, a través de una página de internet, que el 30 de junio pasado era el estreno de la cinta  en Estados Unidos,  así que visitaron varios cines y se enteraron que Cinemark tendría el estreno a las 24h00 del jueves.

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Ambos se consideran fanáticos de   Spiderman.  Juan refirió: “Como nos vimos varias veces la primera parte del filme, nos bajamos de internet el tráiler de esta segunda parte y nos pareció igual de chévere”.  Su hermano añadió:  “Además,  usted sabe que no hay nada como vérsela en el estreno”.

Walter Espinoza, funcionario de Cinemark, aseguró que de las cuatro salas disponibles para la película, hasta las 23h40 del jueves, tres estaban llenas. En  la última había pocos asientos libres.

En Supercines San Marino  las ventas de entradas también fueron buenas, según informó Luis López, empleado de esa sucursal. Antes de las 24h00 ya se había llenado una  de las dos salas habilitadas para el largometraje,  y de la otra quedaban pocos asientos libres.    Norma Barreiro,   de Supercines Nueve de Octubre,  también aseguró que las ventas en este cine fueron altas.

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Miguel Ángel Ordónez (37),  empleado de un banco (cuyo nombre no quiso especificar), fue a ver Spiderman 2 al cine de Nueve de Octubre. “El cansancio es lo de menos, siempre me gustó el Hombre Araña, así que siento que me estoy dando un gusto al ver esta película en el estreno”, afirmó.

En Supercines Alborada la concurrencia no fue tan masiva como se esperaba, señaló un joven de la boletería que no quiso identificarse. Hasta las 23h00, solo se habían vendido 60 boletos. Dos salas se destinaron para la cinta.

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Los empleados de todas las salas coincidieron en que el público fluctuó entre los 20 y 40 años, aunque también asistieron niños.