La Municipalidad de Guayaquil desde el pasado 14 de junio inició la obra denominada Construcción de los desvíos temporales en el norte de la ciudad, que contempla mediante compuertas y bombas, desviar aguas lluvias y negras que cruzan por las ciudadelas Alborada VI etapa y Urdenor I etapa hacia el alcantarillado existente, para reducir la contaminación del estero Salado.

Se aspira de esta manera a un mejoramiento paisajista, calidad de vida, de salud, disminución de malos olores para  los habitantes del sector.

La obra lamentablemente no beneficia en absoluto a los moradores de esos sitios, ya que no se ha contemplado la construcción de ductos cajones que canalicen y eliminen el canal de aguas lluvias existente entre las dos urbanizaciones nombradas, así como el de aguas negras que vienen de las industrias y pasan por la periferia de la sexta etapa en el lado oeste.

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Los habitantes   soportan durante años insalubridad, enfermedades, accidentes, que se espera desaparezcan con la construcción de los ductos cajones; encima de los cuales se podrían edificar parques o áreas verdes.

Propietarios de las viviendas y solares del sector pagan impuestos municipales con tasas altas, por lo que creemos que debe existir reciprocidad.

Ing. Edwin Moncayo Ordóñez
Guayaquil