El presidente colombiano, Álvaro Uribe, dijo este viernes en Bogotá que el proceso de negociaciones de su gobierno con las AUC sólo será creíble si la organización paramilitar respeta el cese de hostilidades al que está condicionado el diálogo de paz.
 
Uribe advirtió de que el éxito de este esquema dependerá de la demostración de que "hay un cese de hostilidades de verdad", que se exprese en el "respeto a la vida y la libertad de los colombianos".
 
También debe expresarse en "la desvinculación con cualquier actividad relacionada con el tráfico de drogas", agregó el presidente en el primer pronunciamiento que ofrece sobre la formalización de la mesa de negociaciones del Ejecutivo con las AUC.
 
Ese órgano conjunto fue instalado ayer, jueves, en la zona de concentración paramilitar de Santa Fe de Ralito, aldea del noroeste del país, después de dieciocho meses de acercamientos del Ejecutivo con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
 
Los contactos fueron iniciados tras la declaración por esa organización ultraderechista de un cese unilateral e indefinido de hostilidades, que el mismo gobierno ha reconocido que no ha sido respetado.
 
"Un proceso de paz vale la pena si hay propósito de enmienda, si hay acto de contrición", afirmó el mandatario en una entrevista con la radio bogotana "RCN".
 
Uribe agregó que también se justificará "si hay voluntad de recuperar valores, de recuperar el valor de respetar la vida de cualquier ciudadano, de respetar la libertad de todos los ciudadanos".
 
Del mismo modo, prosiguió, "si hay voluntad de ayudar a recuperar la institucionalidad" colombiana, que según él fue desbordada por los delincuentes, que "estaban ganando el poder real" en el territorio que ocupaban.
 
"Aquí, el Estado había pasado a ser un Estado títere, un Estado de forma, un Estado de apariencia", sostuvo Uribe, quien afronta esa crisis con la llamada Seguridad Democrática, polémica política que tiene como centro el fortalecimiento de la fuerza pública y la cooperación ciudadana con ella.
 
Según Uribe, "la seguridad no tiene ánimo de odio, la seguridad no tiene ánimo de tierra arrasada".
 
La seguridad, añadió, "es un concepto que reposa en un ejercicio severo de la autoridad, pero para buscar el bien colectivo, y el bien colectivo necesita el gozo colectivo y la tranquilidad colectiva".
 
No obstante, aclaró que ello "se excluye con un propósito de tierra arrasada, eso se excluye con una idea de aniquilamiento y eso lleva a que el gran par de la seguridad sea la reconciliación".
 
"Uno quisiera que la seguridad sea el camino de la reconciliación", apuntó luego, y observó que el propósito de recuperar la seguridad de los colombianos es tan definido como el de "hacer la paz con quienes quieran hacerlo".
 
En este sentido, Uribe dijo que su gobierno espera de forma prudente el resultado de las gestiones de "buenos oficios" que la ONU y México asumieron, respectivamente, ante las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las mayores guerrillas del país.