El Gobierno anunció hoy un proyecto, con financiación de las Naciones Unidas y España, entre otros, para reducir las emisiones de dióxido de carbono en las paradisíacas Islas Galápagos mediante el uso de energía "limpia" que sustituya a la producida con petróleo.
 
El ministro de Energía, Eduardo López, precisó que el "Proyecto de Electrificación de Galápagos con Energías Renovables" (ERGAL) prevé el uso de fuentes de energía solar y eólica en el archipiélago, declarado en 1978 Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
 
La iniciativa, cuyo coste se calcula en unos 25 millones de dólares, será financiado con aportes del Fondo Mundial del Medio Ambiente, las Naciones Unidas, la Agencia de Cooperación Española, la organización alemana KFW y el Gobierno ecuatoriano.
 
El ministro López precisó que el proyecto pretende sustituir con energías renovables al menos un 60 por ciento de la generación actual de electricidad en las islas Floreana, Isabela, San Cristóbal y Santa Cruz, cuyas plantas de producción eléctrica consumen cerca de 6,27 millones de litros de diesel al año.
 
"El objetivo es reducir unas 6.700 toneladas de dióxido de carbono al año", sostuvo, tras lo cual destacó que su Gobierno busca también "disminuir los impactos ambientales, las alteraciones climáticas, conservar la biodiversidad y apoyar el desarrollo sustentable" del archipiélago.
 
Las Galápagos, un archipiélago de origen volcánico a unos 1.000 kilómetros de la costa de Ecuador, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su singular fauna, como tortugas gigantes, lobos marinos y aves, muchas de ellas especies únicas en el mundo.
 
El ministro de Energía ecuatoriano indicó que un primer plan ya fue abierto hace pocos días, cuando la Empresa Eléctrica Galápagos empezó un estudio para la instalación de estaciones de energía solar en las islas Isabela y Santa Cruz.
 
La planta en Isabela producirá unos 700 kilovatios de energía foto-voltaica, mientras la de Santa Cruz generará 120 kilovatios que serán destinados a las oficinas de los especialistas encargados de la vigilancia y protección de la fauna y flora del archipiélago, donde viven unas 20.000 personas.
 
La instalación de esas plantas será financiada con una donación de 10.000.000 de dólares del Gobierno de Alemania, señaló el ministro López.
 
El uso de petróleo para la generación eléctrica ha castigado al frágil ecosistema de las Islas Galápagos, por lo que tanto el Gobierno ecuatoriano como diversas organizaciones de protección del medio ambiente iniciaron hace varios años estudios para el desarrollo de la llamada "energía limpia".
 
Además de la generación eléctrica, el transporte, la pesca y el turismo son las actividades económicas más contaminantes del archipiélago.