Ser general no es rango, privilegio, título, ni tener dinero; sino una gran responsabilidad, y como tal, debe ser asumida de manera correcta.

Y uno de los compromisos más serios que tiene en ese grado, es el de calificar a nuevos generales, pues se está eligiendo a los futuros mandos.

La adecuada calificación de los mismos permite un futuro promisorio para la institución. Por ello, los mejores de la promoción son los que deben ser calificados, poniéndose énfasis en asuntos éticos; pues la institución militar fundamenta sus acciones en la moralidad. Pero los calificadores deben actuar con transparencia y hacer conocer el porqué de una no calificación.

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El militar es un defensor de la Constitución y las leyes de la República, por eso, se deben realizar todas las averiguaciones para que las causas de un no ascenso queden conocidas, de tal manera que no se violen garantías constitucionales como el derecho a la honra, la falta de seguridad jurídica, para dar ejemplo de que sus miembros son respetuosos de la Constitución y las leyes.

Crnel. Patricio Proaño Albán
Sangolquí