No sé por qué en la bahía, el costo de las medicinas es solo el 50% o el 60% del que tienen en las farmacias.

Como no habrá quién satisfaga mi inquietud, trataré de hacerlo yo mismo: laboratorio es un lugar en donde se las importa y las distribuyen a las farmacias, marginándose una desmesurada utilidad; así las cosas, los productos se encarecen muy desproporcionadamente.

Creo que alguien debe controlar esta situación que viene en desmedro del consumidor que “paga los platos rotos”.

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Arturo Ramírez de Lucca
Guayaquil