Una fisura de dos kilómetros de largo se abrió la mañana del martes y un bombero cayó en la grieta y se le encontró muerto en el fondo, dijeron fuentes oficiales en el occidente de México.
 
El bombero formaba parte de un grupo de cuatro elementos de la defensa civil que acordonaban la zona cuando los bordes de la grieta cedieron a su peso y cayó junto con sus compañeros, hasta una profundidad de siete metros.
 
De los sobrevivientes, uno fue hospitalizado con heridas graves, mientras que los otros dos presentan lesiones menores.
 
La fisura se abrió sorpresivamente en la zona de Zapopan, suburbio de la occidental ciudad de Guadalajara, escasamente poblado. En algunos puntos de la misma hay una separación de cinco metros entre los bordes.