Anderson Luis de Souza, Deco, centrocampista de la selección portuguesa, de origen brasileño, que jugará mañana en Lisboa la primera semifinal de la Eurocopa contra Holanda, afirmó ayer en Alcochete, donde está concentrado, que la selección canarinha es pasado.

“Cuando era adolescente tal vez pensaba jugar en la selección brasileña, pero la vida tomó otro rumbo. Es pasado y no pienso en ello”, dijo Deco, quien lleva ocho años viviendo en Portugal.

Curiosamente el jugador de 26 años cumplió su primer partido internacional contra Brasil a finales de marzo del 2003 y marcó el gol de la victoria frente a su país de origen al final del encuentro, de  tiro libre (2-1).

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Su recorrido en Portugal no fue fácil, ya que jugó en clubes de segunda categoría en Brasil, antes de que el Benfica lo hiciera venir para cederlo al Alverca, de segunda división. Después jugó una temporada en el Salgueiros, antes de llegar al Porto en 1999.

Pese a que los brasileños tienen fama de alegres y los portugueses una reputación de melancólicos, Deco señaló que su forma de ser no ha cambiado el vestuario luso.

“Yo no he traído nada diferente al vestuario por ser brasileño. Tengo mi manera de ser, pero creo que ya estoy muy influenciado por mis ocho años viviendo en este país”, explicó.

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Deco sabe que Brasil está apoyando a Portugal en esta Eurocopa 2004. “No estoy allí para decir lo que pasa, pero tengo mi familia que me dice que la gente está con nosotros. Pienso que todos los brasileños apoyan a Portugal pero no  porque estén Deco o Luiz Scolari sino por las relaciones entre ambos países.

“En el caso contrario ocurre lo mismo. Cuando Brasil juega un Mundial, todos los portugueses están apoyando a la canarinha”, añadió el centrocampista del Porto.

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Deco se emociona cuando habla de las relaciones entre Portugal y Brasil, pero se niega a opinar sobre la supuesta oposición de Luis Figo a su presencia en el equipo por su condición de brasileño.