Unos cinco mil campesinos e indígenas protestaron ayer en el caserío de Guachaca, al norte de Colombia, contra las fumigaciones aéreas de cultivos de hoja de coca para pedir al gobierno su suspensión.

Unas 10.000 hectáreas de cultivos de hoja de coca existen en esa región, ubicada en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, en la que tienen presencia las guerrillas  de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y escuadrones paramilitares.

Mientras, el embajador de EE.UU. en Bogotá, William Wood, atacó ayer a las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) al denunciar a la revista Cambio, que la agenda de ese grupo es el narcoterrorismo.

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Sus declaraciones se producen a pocos días del inicio formal de las negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y estas fuerzas de ultraderecha, previsto para el próximo jueves.