Nueva York se convirtió hoy en el primer estado donde entra en vigor una ley que obliga a que los cigarrillos estén fabricados con un papel especial, que hacen que se apaguen si pasa cierto tiempo sin que el consumidor dé una bocanada.
 
La ley fue diseñada para reducir el número incendios ocurridos por cigarrillos sin apagar, causantes de la muerte de 900 estadounidenses cada año, de los cuales 60 corresponden a fallecimientos en Nueva York, según las estadísticas.
 
El gobernador del estado, George Pataki firmó la ley en el año 2000, pero ésta había quedado sin efecto hasta ahora por complejidades burocráticas en su promulgación.
 
Además, la industria tabaquera alegaba dificultades tecnológicas para aplicar la nueva normativa, que se esperaba que hubiera entrado en vigor el año pasado.
 
En virtud de esta ley, los fabricantes deben marcar los productos que venden en Nueva York con un símbolo que indica que son más seguros frente a posibles incendios.
 
Los distribuidos tienen autorizado seguir la venta de los paquetes que no cumplen con esta nueva legislación si los tenían ya en su inventario.
 
La legislación contempla una multa de 1.000 dólares para quien viole la normativa, que se está considerando en otros once estados norteamericanos.