Uno de los extremistas islámicos más buscados de Arabia Saudí se entregó el lunes a las autoridades en una región del sur del reino, dijo un funcionario de seguridad.
 
Othman Hadi Al Maqboul Al Amri, que se ubica en el vigésimo primer lugar de la lista de los 26 milicianos más buscados elaborada por el Ministerio del Interior en diciembre, se entregó en el área de Halba bani Amr, a unos 1.200 kilómetros al suroeste de la capital, Riad, dijo el informante a condición de mantener su nombre en el anonimato.
 
Al Amri fue trasladado posteriormente a la ciudad portuaria de Yida, a orillas del mar Rojo, para ser investigado, manifestó la fuente.
 
Al Amri, saudí de 37 años, es la segunda persona que se entrega desde que el rey Fahd prometió perdonarles la vida a los extremistas que dejaran de ser fugitivos.
 
Los milicianos que hayan participado en ataques y se entreguen serán enjuiciados, de acuerdo con un decreto del rey emitido el miércoles, pero no serán condenados a muerte.
 
El pedido de entrega llegó junto con una advertencia: los que lo ignoren deberán hacer frente a   todo el poder de las autoridades saudíes.
 
Saaban bin Mohamed bin Abdula Alleihi Al Shihri se entregó el jueves. No integraba la lista de los 26 milicianos más buscados.
 
De acuerdo con informes de la prensa local, al Amri era oriundo de la provincia suroccidental de al Namas. Al parecer abandonó el colegio primario, pero luego estudió en una escuela técnica afiliada con el Ministerio de Defensa. Se graduó como cabo y posteriormente fue promovido a sargento.
 
Al Amri, casado en dos oportunidades y padre de cinco hijos, realizaba tareas de mantenimiento del ejército y trabajó como secretario de un tribunal antes de abrir un negocio de venta de vegetales.
 
Su familia dijo que desapareció en diciembre del 2002. Pensaban, según informes de la prensa local, que probablemente había viajado a Irak después del inicio de la guerra en marzo del 2003.
 
En el último año, Arabia Saudí ha sido escenario de ataques suicidas, combates armados y secuestros que apuntan a trabajadores extranjeros que trabajan en el reino.
 
Las autoridades han responsabilizado a la red terrorista Al Qaeda y a sus simpatizantes por los atentados.