Los pensionistas viajarán a Quito para exigir que se apruebe la ley en la que se eleva la pensión básica.

El cronograma de los jubilados de Guayaquil está definido para esta semana. Los pensionistas de la urbe tienen previsto marchar mañana, a las 16h00, por las principales calles y el martes una delegación irá al Congreso Nacional para exigir que se apruebe la ley en la que se eleva la pensión básica a 135 dólares.

Enrique Hurtado, jubilado y abogado de sus compañeros, explicó que el objetivo es ir al Parlamento, con el fin de hacer fuerza para que los legisladores aprueben la ley en la que se eleva la pensión básica.

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“Sobre esta base planteamos el incremento del 53% de las pensiones”, precisó. El Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) planteó, en cambio, un aumento que promedia los 30 dólares.

Bajo el lema “Por una vida digna de los jubilados”, se realizará la marcha en Guayaquil. El encuentro será en las cinco esquinas, Olmedo y Boyacá y convocará a varias organizaciones sociales del Guayas.

Sin embargo, en Quito, las propuestas de los aumentos por parte de los pensionistas evidencian puntos de vistas diferentes.

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El presidente de la Confederación de Jubilados y Pensionistas de Montepío del Ecuador, Gerardo Ramos, solicitó al IESS un aumento de 45 dólares independientemente del monto que reciben y un incremento excepcional por edad de 20 dólares para los de entre 65 y 80 años.

En cambio, el secretario de la Federación de Jubilados de Pichincha, Gabriel Riera, considera que debe haber el alza única de carácter retroactivo de enero a diciembre de este año de 100 dólares para todos los afiliados inactivos.

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Doce días
Pero, mientras se planifican actividades y posturas, los pensionistas continúan con la toma de la Caja del Seguro de Guayaquil. Hoy cumplen doce días de permanecer en el lugar.

Sus rostros ojerosos evidencian cansancio. Unos están allí toda la noche y otros se turnan para hacer guardia, pues temen ser desalojados.

El jubilado Jacinto Pazmiño organiza a las personas que se encargan de la guardianía. Se dividen en cuatro grupos de seis personas cada una, aunque los viernes aumentan a nueve. La vigilancia es de dos horas. “Esto es como un ejército. Ninguno falla. No tenemos arma, la única es nuestra sabiduría”, agrega.

Ayer en la mañana, los pensionistas recibieron también la visita del grupo Tradición de la tercera edad. Al ritmo de tres guitarras y panderetas, los miembros de esta agrupación musical entonaron algunas canciones por el lapso de una hora en la sala de sesiones de la Caja del Seguro.

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La primera fue Romance de mi destino. Todos los pensionistas aplaudieron y tararearon alegremente la melodía.